Las 100 entradas para el partido de vuelta de semifinales de Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao en San Mamés, puestas a la venta este miércoles en las taquillas del Sánchez Pizjuán, "han volado", según confirmaba el consejero y director de Marketing del Sevilla, Manuel Vizcaino.

Vizcaíno, que ha confirmado que el Sevilla sólo ha recibido la tercera parte de las entradas que solicitó al Athletic, ha insistido en que "fue la intervención de José María del Nido la clave para ampliar una primera oferta " en la que sólo se ofrecieron 200. Así todo, de las 1.500 localidades que el club solicitó al club rojiblanco, sólo se ha atendido a 500, todas a un precio de 85 euros, 100 de las cuales ya han sido vendidas en las taquillas del Pizjuán, ya que el resto ya fueron reservadas por socios (250), para la Federación de Peñas (50) y para los aficionados que viajen en el avión del equipo (100).

Es lo que se ha dado en llamar la batalla de las taquillas. El Athletic quiere convertir la Catedral en una olla a presión contra el Sevilla. La ciudad está incluso engalanada para la ocasión y en esta situación está claro que mientras menos apoyado esté el equipo de Jiménez en las gradas mayores serán las opciones de remontada para los leones.

En el seno del club sevillista, más que indignación el sentimiento que reina es la resignación. En cambio, entre los numerosos aficionados que tenían pensado desplazarse ha sentado muy mal la actuación del Athletic. De hecho, había viajes organizados a través de peñas que se han tenido que suspender.

En el Sevilla lo que no se acaba de entender es que ni la Liga ni la Federación hayan regulado el asunto del intercambio de entradas, que salvo el acuerdo que alcanzaron los cinco equipos andaluces de Primera para sus partidos entre ellos, está al libre albedrío y a la conveniencia del club que ejerce de local. En este sentido, el Sevilla demanda una norma similar a la que en esta materia se rige la UEFA, por la que cada club debe facilitar al rival al menos un cinco por ciento del aforo de su estadio que no ocupen sus socios. Esta norma está en vigor en partidos de competición europea, pero ni en la Liga ni en la Copa del Rey hay nada regulado.

El Sevilla ofreció a los aficionados del Athletic en la ida una cifra similar, algo más de 500 entradas, pero ello fue de acuerdo con los viajes organizados que tenía la afición bilbaína y siempre con la seguridad de que en taquilla quedarán localidades libres para los que se desplazaran en coches particulares, ya que los socios no ofrecieron gran respuesta en aquel encuentro y las gradas no estaban repletas.

En el caso del Athletic, que este miñercoles termina el plazo para que sus socios retiren su entrada, algo más de medio centenar de aficionados del Atlhetic hacen cola para adquirir su entrada, un día antes de que se pongan a la venta. Algo que hace pensar en el lleno casi absoluto del feudo bilbaíno, ante la escasez de sevillistas que han logrado adquirir una localidad para apoyar al Sevilla en Bilbao.