DEPORTIVO | SEVILLa · informe técnico

La inocencia tiene un límite

  • El Sevilla cuaja su propuesta con un solo punta y Maduro dando confianza a los centrales. Tuvo iniciativa y paciencia, pero necesitó muchas llegadas para ganar.

Riazor vio aún más nítido el trazo de este Sevilla de Míchel y sólo de Míchel. La propuesta está ahí, sobre la hierba, y está por ver para lo que le da. De momento, para lucir en zona de Liga de Campeones e invicto después de cinco partidos. Maduro y Medel, con Trochoswki desplazado a la izquierda, van a jugar juntos mucho. Y no sólo ante un coloso como el Real Madrid o fuera de casa. Bajo este dibujo, el Sevilla se siente seguro.

Defensa

Esa seguridad se refleja en el corazón de la zaga, donde Spahic ha elevado sus prestaciones jugando en el perfil izquierdo, como solía hacer cuando triunfó en el Montpellier. El bosnio y Botía agradecen la presencia por delante de Maduro, ya que el holandés cierra los pasillos por delante de los stoppers, que no se ven obligados a salir de su zona. Con ello, los laterales tampoco tienen que mirar a los espacios interiores. Fluye el orden.

La inquietud sólo afloró para Palop en los lanzamientos de media distancia de Abel Aguilar (a la escuadra) y del joven Nelson Oliveira, que hizo daño durante unos minutos al ubicarse entre líneas. El Sevilla reajustó su marca sobre el luso, al que no dio espacios.

Perfecta la defensa de las jugadas a balón parado. Y no fueron pocos los saques de esquina del Deportivo. Hasta Negredo estuvo aplicado y eficaz en los despejes.

Ataque

El Sevilla quiso llevar la iniciativa desde su puesta en escena, pero sus errores en el pase, sobre todo horizontal cuando cruzaba al mediocampo rival, le llevó a perder metros ante un rival correoso y bien ordenado.

También la transición de los ataques fue un tanto parsimoniosa. Rakitic, Trochowski o Medel tocaron demasiado la pelota para ganar metros. Y el peligro estaba ayer, como tantas veces, en la electricidad de Jesús Navas. En lanzarle la pelota antes de que el Deportivo se replegara y esperara. Pero el extremo palaciego tiene este año dos armas para romper los grilletes: una es Cicinho, que se desdobla con calidad y sentido, como en el 0-1. Y la otra es su propia capacidad para salir de la banda y sorprender por otras zonas, como en la contra por la izquierda que malogró un desesperante Negredo.

Virtudes

El ideario de Míchel está cuajando. Los jugadores creen en él y lo interpretan con un fútbol que destila seguridad.

Talón de Aquiles

Parecía que volvería a pasar lo de Vallecas, pero la inocencia en la resolución de los ataques tiene un límite.

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