Tras presenciar el partido de su equipo en un escenario, el palco de autoridades, al que no está nada acostumbrado, Jorge Sampaoli recuperó el papel de entrenador protagonista en la sala de prensa del Parc OL, donde se mostró más que satisfecho.

No era para menos. Después de una primera mitad en la que el Sevilla sufrió más de lo que hubiera querido su entrenador, el pase a octavos era ya una realidad. "Un sueño", según reconoció el argentino.

"Clasificarnos entre los mejores equipos en un torneo tan importante, y el haber jugado de este forma y en este estadio tiene un gran valor. Yo tenía un sueño, que era meter al Sevilla en octavos de la Champions, y lo podríamos haber conseguido antes, pero al final tuvimos que esperar a hacerlo aquí en el estadio del Lyon", resumió el técnico nervionense.

Preguntado por cómo había vivido el encuentro al verse tan alejado de la zona técnica, Sampaoli comentó que había tratado de "corregir los errores" que lo llevaron a ser expulsado en el Sánchez-Pizjuán frente a la Juventus. "No podía comunicarme con mi gente, así que fue difícil, pero pude hacerlo como corresponde y al menos el equipo me dio la tranquilidad de no tener que pasar demasiado sufrimiento", añadió el argentino.

Algo de sufrimiento, no obstante, tuvo que recorrerle el cuerpo durante la primera mitad, en la que el Sevilla no se mostró tan sólido en comparación con la segunda. Ello propició un cambio de estrategia, tal y como explicó Sampaoli: "Imaginábamos un partido con delantero con espacios y desprendimientos. La decisión de poner a jugadores como Sarabia y Vitolo, que son delanteros pero más por la banda, para neutralizar la gran capacidad del Lyon por los laterales, y mantener a Nasri como falso nueve retrasado, fue el plan inicial. Pero al ver que no teníamos tanta cercanía optamos por el ingreso de Ben Yedder en el segundo acto. Él nos dio profundidad y por eso tuvimos alguna oportunidad de cara a la portería contraria".

Así pues, quiso el entrenador del Sevilla remarcar los aspectos positivos del segundo tiempo de sus jugadores, cuya actuación "se pareció a lo que buscábamos en un principio, cuando un rival muy difícil nos neutralizó".

En palabras de Sampaoli, "el primer objetivo de la temporada está cumplido". Pero no tiene por qué ser el último. "Lo siguiente es ver quién nos toca y prepararnos. No creo que el límite esté en conformarse con esto, la idea es concienciarnos de que nuestra intención tiene que ser pelear en las dos competiciones", avisó el preparador.

Y en cuanto a los rivales que depara el sorteo del próximo lunes, Sampaoli descartó hacer públicas sus preferencias, aduciendo que "todos son equipos de alta jerarquía y seguramente todos sean muy complicados, cada uno con sus propias características". "Lo importante -añadió el argentino- es que, ya que no pueden ser elegibles, nosotros seamos competitivos contra cualquiera".