Sociedad

Brasil comienza a recuperar los restos del avión desaparecido

  • Se multiplican las hipótesis sobre las causas de la desaparición del Airbus 330 de Air France.

Tres días después de la desaparición del Airbus 330 de la compañía Air France que cubría la ruta Río de Janeiro-París se multiplican las hipótesis sobre las causas del accidente mientras las autoridades brasileñas han empezado las tareas para recuperar los primeros restos del aparato.

Tanto la prensa brasileña como la gala barajaban entre las posibles causas del siniestro un error en la velocidad del Airbus o una posible explosión, una idea lanzada por los expertos basándose en la gran dispersión que muestran los restos de la aeronave.

Pero Brasil no cree en esta última tesis y el ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, se apoya en la presencia de una capa de carburante flotando en la superficie del océano para descartar la explosión o el incendio a bordo, cortando así el paso a las especulaciones sobre un posible atentado. "Si tenemos manchas de carburante es que no se ha quemado", relató.

Un aparato brasileño detectó ayer manchas de hidrocarburo dispersas en una superficie de aproximadamente 20 kilómetros, en plena zona de búsqueda, y podría tratarse de una parte del queroseno del Airbus de Air France desaparecido.

 Esa zona puede facilitar, según las autoridades brasileñas, la localización del punto donde el Airbus se precipitó al océano Atlántico la madrugada del domingo al lunes, según explicó el comandante de la Aviación brasileña, Ramon Borges Cardoso. Como la mancha de aceite se mueve a la misma velocidad que la corriente marina, es decir a 4 kilómetros por hora, para calcular el lugar donde se produjo la caída sólo hay que multiplicar la velocidad por el número de horas que se estima han trascurrido desde el accidente.

Sin embargo, fuentes próximas a la investigación técnica sostienen que al ser la zona de dispersión de los restos en el mar muy extensa la aeronave podría haberse desintegrado en pleno vuelo.   De confirmarse esta hipótesis, tal desintegración a una altura de aproximadamente 10.000 metros podría haberse producido bien por un fenómeno meteorológico excepcionalmente violento -perfectamente plausible en esta zona de convergencia intertropical- bien por una brusca despresurización o incluso por un atentado terrorista. Pero la Oficina de Investigación y Análisis (BEA, por sus siglas en francés) modera esta interpretación recordando que el mal tiempo y las corrientes pueden haber alejado los restos del chasis del Airbus.

Otras fuentes apuntan a la velocidad inadecuada como la causa del accidente y "una cadena de acontecimientos catastróficos" que condujo a la "desintegración en pleno vuelo" del Airbus, como lo atestiguan los mensajes automáticos emitidos por el aparato durante los últimos cuatro minutos de vuelo.

Por su parte, los aviones militares franceses desplegados en la zona donde pudo precipitarse al océano el Airbus no han detectado todavía restos del aparato, algo que el Estado Mayor de los Ejércitos atribuye al hecho de que brasileños y franceses se coordinan para repartirse la zona de búsqueda. "No estamos en el mismo sitio al mismo tiempo", explicaba en rueda de prensa el capitán Christophe Prazuck. A su juicio, la prioridad es recuperar los restos "antes de que se hundan o se dispersen" para contribuir a la investigación técnica ulterior y para determinar la posición exacta del avión cuando se produjo el siniestro.

A partir de esa posición se comenzará la operación submarina destinada a buscar las cajas negras e intervendrá entonces el buque Pourquoi Pas del Instituto francés de investigación y explotación del mar (Ifremer), que llegará a la zona el día 12. Este buque está equipado con dos robots submarinos, entre ellos el minisubmarino Nautile, que ya se usó en la localización del Titanic y para reparar las grietas del petrolero Prestige hundido frente a las costas de Galicia.

Francia ha desplegado desde el pasado lunes un avión radar Awacs y dos aparatos de patrulla marítima Atlantique 2 que tienen su base en Dakar (Senegal). A ellos se une un Falcon 50 que opera desde Natal (Brasil). En cuanto a los medios marinos movilizados son la fragata 'Ventôse', cuya llegada está prevista para el 7 de junio y el buque Mistral, actualmente en el Golfo de Guinea, que podrían estar en la zona de búsqueda la próxima semana.

En cuanto a los medios puestos a disposición por las autoridades españolas, en concreto el CASA que participa en la misión europea de Frontex frente a Senegal, el Estado Mayor francés explicó que no hubo necesidad de usarlo porque la zona de búsqueda está muy alejada de Senegal. "Hubiera sido útil para una acción puntual de salvamento, pero no hemos estado en esa situación", dijo Prazuck.

La Marina brasileña ha enviado otros dos barcos hacia esta zona, la fragata Bosisilo y el buque-cisterna Gestao Motta, que sin embargo no llegarán hasta allí hasta el domingo. Además, si fuera necesario, el Lynx que está a bordo de la Constitución podría sobrevolar la zona para recuperar piezas.

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