Sociedad

Francia recuerda a los desaparecidos e investiga qué pasó con el vuelo AF447

  • Nicolas Sarkozy, miembros del Gobierno, Jacques Chirac, compañeros de la tripulación y familiares de los pasajeros participaron en un emotivo acto en Notre Dame.

La Francia oficial recordó en una ceremonia celebrada en la catedral de París a las 228 personas que viajaban en el vuelo de Air France, mientras las autoridades comienzan a investigar qué pudo pasar en ese avión que desapareció el pasado lunes sobre el océano Atlántico.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, acompañado de su esposa, Carla Bruni, miembros del Gobierno, el ex jefe de Estado galo Jacques Chirac, compañeros de la tripulación de la aerolínea y familiares de los pasajeros participaron, entre otros, en un emotivo acto en Notre Dame.

El recuerdo a los desaparecidos, en una celebración interconfesional, comenzó con un mensaje del papa Benedicto XVI, quien expresó sus condolencias por lo sucedido y antes de que el cardenal de París, André Vingt-Trois, evocara al escritor y aviador Antoine de Saint-Éxupery, desaparecido también cuando volaba sobre el mar.

Un total de 228 velas fueron encendidas en el acto, en recuerdo de los desaparecidos, la mayor parte de ellos franceses, brasileños y alemanes y de hasta un total de más de treinta nacionalidades, entre ellos dos españoles.

Se trata de la primera ocasión en la que se manifiesta el duelo del país por la desaparición del pasaje y la tripulación que, en un suceso cuyas circunstancias aún no están aclaradas, viajaban a bordo del vuelo AF447 entre Río de Janeiro y París y cuyos restos han comenzado a aparecer en el océano Atlántico. Las autoridades galas ya no tienen dudas de que los restos avistados por militares brasileños en el Atlántico pertenecen al aparato desaparecido.

El Ejército francés matizó que, aunque habrá que hacer "una confirmación formal" cuando se recuperen esos restos mediante un análisis técnico, ya no queda lugar para la duda: lo encontrado corresponde al avión. Las investigaciones ya han comenzado, pero los responsables franceses advirtieron a renglón seguido de que será difícil encontrar las cajas negras del aparato y que, aun cuando se hallen, eso no garantizará que se pueda saber qué pasó.

El director del Organismo de Investigación y Análisis (BEA), Paul-Louis Arslanian, recordó en conferencia de prensa cerca del aeropuerto parisino de Roissy-Charles de Gaulle, donde se esperaba la llegada del vuelo el pasado lunes, que las cajas negras de un avión "no son la única herramienta" para determinar las causas de un siniestro y que "a veces no aportan nada".

"No soy muy optimista" sobre la posibilidad de dar con las cajas negras, debido a la profundidad del océano en la zona en la que se busca la aeronave de Air France (varios miles de metros) y a la accidentada orografía del fondo marino, con estribaciones montañosas, indicó Arslanian. Arslanian confirmó lo que ya se sabía desde el mismo lunes y que la propia compañía área reconoció, y es que la "catástrofe" del Airbus A330 de Air France es "la peor" de la historia de la aviación en Francia. "La investigación no hace más que empezar", advirtió Arslanian, quien avisó de que todavía no se pueden precisar las causas de que el avión cayera al mar.

En las comunicaciones mantenidas por los pilotos en su último contacto con el control aéreo brasileño, una media hora antes del momento en que pudo producirse el siniestro del avión, no se precisaba si había rayos en la zona de tormentas y turbulencias que atravesaba. Un portavoz de Air France había adelantado como posible causa de un accidente el que un rayo alcanzara al avión, pero desde entonces varios expertos coincidieron en afirmar que, de haber sido así, no se podría explicar la caída del aparato sólo por esa fatal casualidad.

El BEA pretende publicar un primer informe sobre la desaparición del avión a finales de junio y es la instancia responsable de lo que se conoce como "investigación de seguridad", con el objetivo de evitar que algún fallo o problema pueda repetirse en el futuro. Además de la investigación del BEA, se ha abierto otra de carácter judicial, con el fin de averiguar si hubiera lugar a eventuales infracciones penales. Esa investigación judicial es responsabilidad de la Gendarmería de Transportes Aéreos (GTA), que cuenta con la asistencia del Instituto de Investigaciones Criminales de la Gendarmería Nacional.

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