Sociedad

Somalia niega una negociación con los secuestradores de las dos cooperantes

  • Los gobiernos español y argentino intensifican la presión diplomática para liberar a las integrantes de Médicos Sin Fronteras · Autoridades de la región de Puntlandia creen que la Policía organizará un rescate

La Policía de la región somalí de Puntlandia mantenía anoche rodeada el área en la que se encuentran secuestradas la médico española Mercedes García y la enfermera argentina Pilar Bauza, mientras se intensifica la presión diplomática en favor de su liberación.

Mercedes García y Pilar Bauza, ambas al servicio de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), fueron capturadas este miércoles en la localidad de Bossaso, en el extremo noreste de Somalia, y desde entonces están a merced de un grupo de delincuentes que al parecer permanecen escondidos en una zona boscosa de difícil acceso. Dos de los malhechores se entregaron a la Policía momentos después del secuestro y todavía quedan otros cuatro.

Aunque fuentes locales vienen informando desde el miércoles de que los cuatro secuestradores estaban negociando con la Policía su rendición a cambio de que se respete su vida, fuentes del Gobierno regional negaron ayer cualquier intención oficial de tratar con ellos.

"No hay ninguna forma de que vayamos a negociar con ellos", dijo telefónicamente desde la sede del Gobierno regional, Garowe, el ministro de Pesca de Puntlandia, Ahmed Said Nor, quien insistió en que "no permitiremos ninguna negociación". "La Policía se encargará del rescate", agregó el ministro, quien expresó su deseo de que se resuelva lo antes posible la situación y García y Bauza puedan ser rescatadas sin peligro para su integridad.

Según señalaron fuentes oficiales, la postura del Gobierno de Puntlandia se justifica en la necesidad de no hacer ver a otros grupos de rebeldes que pueden obtener compensaciones por raptos de extranjeros.

Puntlandia es una región semiautónoma que ha quedado al margen de los conflictos armados que azotan el centro y sur de Somalia, pero allí actúan bandas de delincuentes y de piratas que representan un quebradero de cabeza para el gobierno regional.

A Bossaso llegaron ayer el embajador de España en Kenia, Nicolás Martín Cinto, y el encargado de negocios de la Embajada argentina en Kenia, Fernando Rolandelli. Tras reunirse con el presidente de la región de Puntlandia, Mohamud Musse Hersi, y el ministro de Pesca y Sanidad de la zona, Nicolás Martín confirmó que los secuestradores se encuentran rodeados y las miembros de MSF "están bien".

Y para aunar esfuerzos, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, volvió ayer a ponerse en contacto con el primer ministro de Somalia, Nur Hassan Hussein, quien le trasladó un mensaje "esperanzador" sobre el desenlace del caso.

Moratinos, que ha insistido a Hussein en la necesidad de que se dé prioridad a la seguridad de las secuestradas, también contactó con su homólogo argentino, Jorge Taiana, con la idea de trabajar estrechamente y en coordinación en pro de la liberación de ambas cooperantes.

Por su parte, el ministro argentino mostró ayer su confianza en que hoy podrá liberarse a las dos cooperantes. "Hay un ambiente de positiva esperanza", declaró Taiana desde Buenos Aires, y añadió que "podría haber una solución" a primera hora de hoy.

Entretanto, los informes oficiales indican que las rehenes están bien de salud, aunque no se tienen datos independientes que lo confirmen.

Según las autoridades de Puntlandia, la zona en la que se guarecen los secuestradores y sus rehenes es de difícil acceso, muy montañosa, situada a unos cinco kilómetros al este de Bossaso. Es un área en la que suelen esconderse las bandas de traficantes humanos y los emigrantes ilegales que esperan las pateras que les permitirán cruzar el golfo de Adén para llegar a Yemen, tierra codiciada por los somalíes, que viven desesperados en su país.

El ministro de Pesca de la región ha manifestado que la Policía mantiene rodeada el área, que calificó como "grande", tanto que, según Nor, sería imposible que grupos humanitarios pudieran localizar al grupo para poder asistir a las rehenes.

"Nadie sabe dónde están escondidos. Conocemos el área, pero es muy grande", agregó el ministro del Gobierno regional.

Fuentes oficiales indicaron ayer que una de las trabajadoras de MSF, aunque no se sabe cuál, resultó herida de carácter leve cuando era conducida a la zona montañosa por los secuestradores. Las autoridades también están preocupadas por las bajas temperaturas que se registran en la zona.

La información que procede de la zona del secuestro es muy escasa, entre otras razones porque el área está militarizada y no pueden acceder los periodistas. Mientras que organizaciones humanitarias de Bossaso intentaban ayer convencer a la Policía para que les permitan acercarse al lugar donde se encuentran.

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