Sociedad

Un millón de personas se suicidan al año en el mundo, más de 3.000 en España

  • Es la primera causa de muerte no natural y supera a las bajas por guerras y asesinatos

En el mundo se suicida una persona cada 40 segundos y es la primera causa de muerte no natural en el mundo, dado que se producen un millón de suicidios al año (y 20 millones de intentos), lo que supera las muertes por guerras y homicidios juntos. En España se quitan la vida nueve personas al día, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que también revelan que se suicidan más del triple de varones que de mujeres, un fenómeno que los expertos aseguran que se puede prevenir.

El número total de suicidios en el país en 2008 (3.421) supera por primera vez los muertos por accidente de tráfico (3.021), algo que para el psicólogo clínico y presidente de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio, Javier Jiménez, indica que se está trabajando con los conductores, pero que "no se está haciendo absolutamente nada para prevenir el suicidio".

Las cifras reales, según explicó Jiménez, "probablemente" sean mayores que las recogidas por el INE, ya que "hay pacientes que se quieren suicidar y que lo hacen fingiendo un accidente".

El psicólogo reconoció que una de cada cuatro personas que se quitan la vida (250.000) son jóvenes menores de 25 años y dijo que, sin prevención, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2020 se producirán hasta un millón y medio de suicidios anuales.

La psicóloga especialista en niños y adolescentes Patricia Montero precisó que, en los últimos diez años, uno de cada 20 adolescentes muertos se quitó voluntariamente la vida, y señaló que ese es un período "difícil" porque se producen muchos cambios que generan "una gran ansiedad".

Para prevenir las muertes y concienciar a la sociedad de la realidad del problema, la psicóloga clínica y neuropsicóloga Teresa Barroso destacó la importancia de desmitificar las "falsedades en las que sigue envuelto el suicidio, tanto para la población como para algunos profesionales médicos".

En este sentido, destacó que "el suicidio no es una enfermedad mental" e indicó que, a diferencia de las creencias generalizadas, "un alto porcentaje de las personas que se quitan la vida habían hablado previamente de ello".

Por eso, Barroso cree que "siempre hay que tomar en serio" cualquier amenaza de suicidio y que esas confesiones no se deben catalogar de "intentos de chantaje" porque son "señales" de aquellos que "no es que no quieran vivir, sino que no pueden vivir más en esas condiciones".

El psiquiatra y miembro fundacional del Teléfono de la Esperanza Alejandro Rocamora dijo que la ideación del suicidio "puede surgir en cualquier momento" como consecuencia de una "crisis de la vida cotidiana" -el 10% no tienen un diagnóstico psiquiátrico-, y recordó que entre el 10 y el 15% de la población ha tenido ideas de suicidio "alguna vez en su vida".

"Nadie está sano mentalmente, es un equilibrio constante", afirmó Rocamora para después añadir que "lo que lleva al suicidio es la desesperanza", por lo que puede prevenirse reforzando las carencias de estas personas y "los factores protectores".

La pertenencia a un grupo, la autoestima, las habilidades sociales, los sistemas de valores y creencias, la posibilidad de pedir ayuda y la capacidad de adaptación son los principales factores.

Con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se celebró ayer, los expertos hicieron un llamamiento para que las autoridades sanitarias tomen medidas que eviten el suicidio de personas que, en un 90% de los casos, pueden tener un tratamiento psiquiátrico.

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