El 80% de los refugiados se encuentran en los países en desarrollo, que soportan el mayor peso de los problemas que acarrean, a pesar de lo cual los sentimientos negativos en su contra crecen en los países ricos. "Hay un profundo desequilibrio en el apoyo internacional a las víctimas de desplazamientos forzados en el mundo y el 80% de los refugiados están en países en desarrollo", reconoce el informe 2010 de la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (Acnur) que reúne las estadísticas anuales sobre este fenómeno.

Casi 44 millones de personas viven desarraigadas por situaciones de violencia, desastres o persecución, de las cuales 27,5 millones son desplazados internos por conflictos políticos o sociales. De ese total, 25 millones recibían asistencia y protección del organismo de Naciones Unidas a finales de 2010.

En 2010, el número de solicitantes de asilo se elevó a 850.000, de los que una quinta parte corresponde al África subsahariana.

De los solicitantes de asilo, los más dramáticos son los 15.500 que corresponden a niños solos, procedentes sobre todo de Somalia y Afganistán.

"Las causas de desplazamiento no se están resolviendo. Este año hemos visto conflictos que han generado la huida de personas en el norte de Africa, Costa de Marfil, Siria, Sudán y otros lugares", sostuvo el alto comisionado adjunto para los refugiados, Alexander Aleinikoff, en la presentación del informe.

Tres de cada cuatro refugiados residen en países vecinos al de origen y el 42% del total vive en países donde el Producto Interior Bruto per cápita es inferior a 3.000 dólares.

Publicados con ocasión del Día Mundial del Refugiado, que se celebró ayer, los nuevos datos también evidencian que muchos de los países más pobres del mundo acogen a enormes cantidades de refugiados, tanto en términos absolutos como en relación al tamaño de sus economías. Son Pakistán, Irán y Siria los países con las poblaciones de refugiados más importantes, con 1,9 millones, 1,1 millones y un millón, respectivamente.

"Necesitamos soluciones", reclamó el número dos del Acnur, tras señalar que siete millones de personas viven como refugiados "de largo plazo" (de cinco a más años), que el número de refugiados que se consiguieron asentar en 2010 en terceros países bajó frente a años anteriores, al igual que el número de refugiados que retornaron a sus países de origen.

"En 2010, menos de 200.000 personas retornaron a casa, lo que representa la cifra más baja de los últimos diez años", precisó el funcionario internacional.

Sobre la percepción negativa de los refugiados en los países industrializados, explicó que "los difíciles tiempos económicos a veces conllevan políticas populistas desafortunadas", mientras que otro factor pueden ser "las profundas diferencias culturales y religiosas".

Los afganos, con tres millones de refugiados, representan la tercera parte del total mundial, seguidos de los iraquíes, con 1,6 millones, los somalíes (770.000), los ciudadanos de la República Democrática del Congo (476.000) y los de Birmania (415.000).