El conserje va a plantar cara a los malos del futuro. Josh es un pobre diablo, un talludito peter pan, que vive con sus padres y tiene una existencia churretosa. Su refugio es la videoconsola y por sus cualidades teóricas será reclutado desde un mundo paralelo. Toma, más stranger things. El asunto delirante desbarra con golpes extravagantes y alguno que otro grueso. Es Future Man, la comedia heterodoxa que acaba de estrenar la HBO y que puede verse completa en su primera temporada. El personaje principal que interpreta Josh Hutcherson evoca a El gran héroe americano de las sobremesas de los años 80. Por entonces había que esperar de siesta a siesta de verano. Su nieto se contempla de una tacada. Future Man es una producción de Hulu, de los creadores de La fiesta de las salchichas. Es un escalón paródico de Regreso al futuro, en línea con la animada Rick y Morty (cada vez más venerada entre los espectadores gamberros) y diríamos que es la versión en videojuego de Noche en el museo. Ésta es mejor que lo de Stiller y no es tan ñoña, por supuesto. A medias entre el cachondeo y la acción, es una propuesta recomendable para el fin de semana aunque no pueda sea de primera fila para el postureo seriéfilo. Estamos ayunos en esta temporada de comedias efectivas y hasta el realista Louis C.K. nos está decepcionando más de la cuenta.

Si es por seguir las recomendaciones, para ir a tiro hecho, la tenebrosa Mindhunter en Netflix, asesinos en serie a través de los encuentros con dos agentes del FBI. Ojo al trabajo de Jonathan Groff. David Fincher ambienta de manera certera el claroscuro de finales de los 70, con una temporada en la que hay que avanzar para ir tomando la temperatura al agua de esta playa siniestra.