TV-Comunicación

'Twin Peaks', el pueblo taciturno de Lynch revive

  • Movistar Series Xtra ofrece el primer capítulo de la tercera temporada esta noche

  • La serie se estrenó esta madrugada en simultáneo con EEUU

Kyle MacLachlan, el agente Cooper, protagonista de 'Twin Peaks', en una nueva escena.

Kyle MacLachlan, el agente Cooper, protagonista de 'Twin Peaks', en una nueva escena. / showtime

Twin Peaks revive al cabo de 25 años y tal como prometieron los personajes concebidos por David Lynch. Fueron dos temporadas y 30 episodios que a principios de los 90 marcaron a una audiencia que aún no se imaginaba lo complicado y rico que iba a ser el futuro audiovisual. Y el pueblo de Laura Palmer sigue teniendo su sitio en la memoria y en el interés de los actuales espectadores. La profunda huella que dejaron David Lynch y Mark Frost con Twin Peaks se venera como un hito fundacional en la industria televisiva, ya que fue una fuente de fascinación e imaginación no sólo para los espectadores sino también para los guionistas y directores del futuro.

Producciones rompedoras como Los Soprano, Breaking Bad, Perdidos, True Detective, American Horror Story o The Leftovers hubieran triunfado también sin Twin Peaks, pero esta obra amplió los horizontes audiovisuales de la televisión y abrió el camino para todas aquellas que después quisieron saltarse las normas en lusros posteriores. "Twin Peaks demostró básicamente que no había una sola manera de hacer televisión", asegura Damon Lindelof, uno de los cerebros detrás de Perdidos en el documental "Twin Peaks: The Phenomenon". El universo inquietante, excéntrico, paranormal y surrealista de la serie era una llamada a la libertad formal y temática en las series: la televisión no tenía por qué ser la hermana pequeña del cine. Esta noche, a las 22.10, pueden comprobar los espectadores de Movistar Serie Xtra, en Movistar +, cómo ha continuado Lynch las vivencias de su universo propio tras su estreno simultáneo con EEUU, en el canal Showtime, esta madrugada.

"Twin Peaks unió lo rutinario con lo extraño. No creo que el público hubiera visto a gente feliz y la miseria coexistiendo para crear algo realmente perturbador: gente espeluznante sonriendo demasiado", resumió en un reciente artículo el creador de la serie Fargo, Noah Hawley.

Lynch no fue el primer cineasta que se atrevió decididamente en la televisión (en los años cincuenta Alfred Hitchcock dio en el clavo con su serie de misterio), pero sí se arriesgó a tratar a las películas y las series con la misma seriedad, la misma profundidad y el mismo poso artístico propio de un autor de cine. Lynch dotó a Twin Peaks de una ambición narrativa que ahora parece el pan de cada día en la televisión: de estructuras cerradas por capítulos se pasó a planear largos desarrollos que abarcaban varios episodios o temporadas completas. El director revela que la concibió como una "película en televisión" y destacó la capacidad comprensiva del público: "los espectadores son detectives, reflexionan, se hacen preguntas y de alguna manera encuentran el sentido". Un regalo más de la serie de Lynch a los futuros guionistas televisivos fue su hábil juego con los interrogantes y los misterios sin resolver, en el que saber quién mató a Laura Palmer no era lo imprescindible sino una excusa para desplegar y recorrer ese mundo. "Si miras a las series desde su comienzo, contaban al público lo que iban a ver, se lo mostraban y luego les contaban lo que habían visto", argumenta el máximo responsable de Los Soprano, David Chase. "Lynch y Frost te lo mostraban y te dejaban pensando: ¿Qué es lo que acabo de ver? Era revolucionario y todavía lo es", añade Chase, además de valorar toda la calidad artística de esta ficción señalada por la música de Angelo Badalamenti.

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