raúl pérez. 'late motiv' y 'tu cara me suena'

"De niño yo nunca fui el gracioso de la clase"

  • Es ingeniero de telecomunicaciones pero lo dejó todo por hacer imitaciones

  • Su debilidad es Pedrerol

Raúl Pérez en el nuevo plató de 'Tu cara me suena', en Antena 3.

Raúl Pérez en el nuevo plató de 'Tu cara me suena', en Antena 3. / atresmedia

Forma parte de la cuadrilla del programa de Andreu Buenafuente, Late Motiv, en #0, y la sorpresa de sus imitaciones le abrió las puertas de Tu cara me suena. Su primera actuación, la de Rosa León, no terminó de ser valorada. Raúl Pérez es ingeniero de telecomunicaciones, un chico formal que al terminar la Universidad vio futuro en esto de disfrazarse con la voz.

-¿Se ve en la obligación de estar buscando siempre nuevos personajes?

-En Late Motiv cada temporada es un reto porque hay que ir inventando a cada momento.

-¿Y cómo crea un personaje desde una imitación?

-Es parte de esa enfermedad que tengo de estar imitando todo el tiempo. A veces soy yo el que busco a un personaje en concreto y en otras es el programa el que me lo pide. Por ejemplo Echenique lo propuse yo y tras los recelos iniciales funcionó muy bien; o García Ferreras me lo propuso Andeu. Es algo que se trabaja de mutuo acuerdo.

-¿Cómo los perfila? ¿Con un trabajo de interiorización?

-Los trabajo en mi casa, en el coche, en la compra. Yo hablo mucho solo. Si te cruzas por la calle conmigo y me ves hablando no te preocupes, estoy bien.

-Pero habrá un instante en que salta la chispa, el rasgo esencial por el que empieza a hacer el dibujo...

-La creación de los imitados tiene procesos distintos. Si es un personaje muy visual, con gestos, tics, te dan el trabajo hecho. Lo difícil es empezar de cero con personajes más o menos planos. Por ejemplo un truco es oírlo sin verle los gestos y a continuación verlo sin escucharle. Al juntar ambas sale el personaje. Pero hay veces que es imposible. Es cuestión de constancia.

-Imaginemos su historia. Usted de niño era el que imitaba a los vecinos y a los familiares.

-No, no. Mi vocación es tardía. Yo estudié ingeniero de telecomunicaciones y dejé la profesión por ésto. Tras el último curso de la carrera empecé a trabajar en el Guiñol de Canal +. Ejercí como ingeniero pero ya estaba atrapado.

-Vaya disgusto para sus padres.

-Mis padres son los que me dijeron que me apoyaban incondicionalmente pero a continuación me advirtieron: "tú verás lo que haces con tu vida". Al año siguiente ya vieron que valía para ésto.

-¿Imitaba al profesor?

-Qué va, yo nunca imité a mis profesores en el colegio. De niño yo nunca fui el gracioso de la clase. Era el más estudioso, el más tímido. Pero llevaba dentro el humor. Era muy responsable. Mis padres me decían que podía salir hasta las doce y yo, como un imbécil, llegaba a las nueve.

-¿Cuál fue, entonces, su primer imitado?

-Imité en la cena de fin de carrera a todos los profesores y fue cuando me dijeron que estaban buscando nuevos personajes en el Guiñol.

-¿La facilidad de la imitación está en la garganta o tal vez en el cerebro?

-Es algo químico. No sé. Procesas voces, gestos, tonos... Todos llevamos dentro un imitador.

-¿Tuvo que pasar un casting para llegar a Tu cara me suena?

-Estuve invitado dos veces. La oportunidad llegó por aparecer en Late Motiv. Sería triste que un imitador no supiera cantar. Me defiendo con la voz, así que estoy confiado en que iré haciéndolo bien.

-¿Su debilidad?

- Tengo varias debilidades, tal vez Ferreras y Trump. Bueno, por supuesto, Pedrerol. Me mola.

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