Novillada fuera de abono en la maestranza

Espectáculo anodino y largo

  • La terna compuesta por Gómez del Pilar, Rafael Cerro y Gonzalo Caballero, de vacío.

GANADERÍA: Cinco novillos de Victoriano del Río y un sobrero de Conde de la Maza, como sexto bis. Reses bien presentadas y en conjunto manejables y a menos; destacando el sobrero por encastado.TOREROS: Gómez del Pilar, de azul y oro. Pinchazo y media estocada (silencio). En el cuarto, media estocada (saludos tras ovación). Rafael Cerro, de azul y oro. Casi entera (silencio). En el quinto, estocada y un descabello (silencio tras aviso). Gonzalo Caballero, de blanco y plata. Pinchazo y casi entera (saludos tras ovación). En el sexto, estocada corta y estocada que hace guardia (saludos).Incidencias: Plaza de toros de la Maestranza. Jueves 13 de septiembre de 2012. Nocturna fuera de abono. Menos de media entrada, Un minuto de silencio tras el paseíllo en el XX aniversario de la muerte del banderillero sevillano Ramón Soto Vargas, acaecida en este mismo coso el 13 de septiembre de 1992. Gran par de banderillas de Curro Robles al sexto. Bregó bien en el quinto José Antonio Muñoz.

De nuevo, escaso público en la Maestranza para una nocturna fuera de abono, que deparó un espectáculo anodino y largo. La novillada de Victoriano del Río, con un sobrero, como sexto bis, de Conde de la Maza, estuvo bien presentada y resultó manejable en su conjunto. La terna, compuesta por Gómez del Pilar, Rafael Cerro y Gonzalo Caballero, se marchó de vacío, tras sendas actuaciones discretas. Dentro de un espectáculo que se precipitó por el sumidero del aburrumiento, hubo detalles toreros, entre los que destacó en el cierre, Curro Robles, prendiendo un par bastante arriesgado.

Gómez del Pilar destacó por su entrega ante el peor lote. En su arrojo, recibió con sendas largas cambiadas de rodillas a portagayola a sus novillos. Ante el primero, que se rajó pronto y se revolvía por el pitón izquierdo, logró un par de series interesantes con la diestra, en las que alargó los muletazos a un animal que se quedaba corto.

Con el cuarto, un toro en trapío, Gómez del Pilar jugó bien los brazos a la verónica y estuvo variado con el capote, con el añadido de un quite por lopecinas rematada con una serpentina. El trasteo del madrileño, que inició de rodillas en los medios -¡el primer muletazo fue de infarto, a punto estuvo de ser cogido!-, resultó desigual ante un animal incómodo, que se frenaba a mitad de viaje.

Rafael Cerro destacó en el toreo de capa tanto ante su lote como en un quite al cuarto, en un quite por chicuelinas con muy buen trazo y mucha exposición. En una de ellas el animal estuvo a punto de cogerle. Brilló en varias verónicas, resultando sus lances muy expresivos y bien rematados -se nota la huella de ese grande del toreo que es su apoderado, José Ortega Cano-. Ante su primero, un toro en hechuras, al que recetaron un soberano puyazo, la labor muleteril resultó correcta y templada.

Con el quinto, un astado que salió de varas con las fuerzas justas, Rafael Cerro consiguió un par de tandas diestras entonadas y dibujó algún natural suelto de clásica belleza. Pero no fue suficiente para que la faena calara con fuerza en los tendidos.

Gonzalo Caballero contó con materia prima interesante. Al noble tercero le zurraron la badana en exceso y se apagó pronto. El torero de Torrejón de Ardoz, tras una bella apertura, compuso bien la figura en una serie a pies juntos con la diestra. También dibujó bellos naturales sueltos. Pero la faena no llegó a romper totalmente y tras un pinchazo y una estocada casi entera recibió una ovación.

El sexto titular, de Conde de la Maza, se partió un cuerno al rematar de salida contra un burladero. El animal fue sustituido por un sobrero del mismo hierro, que resultó encastado. Caballero ganó terreno a la verónica. Y Curro Robles expuso lo suyo en el último par del tercio de banderillas, como homenaje al camero Ramón Soto Vargas, quien hace exactamente 20 años, caía corneado mortalmente en esta misma arena. El banderillero escuchó una de las ovaciones más grandes de la noche. Caballero, muleta en mano, plantó cara al astado en los tercios. Comenzó bien con la derecha, pero abusó de tirones y no llegó a acoplarse. Cerró con unas manoletinas y estuvo desafortunado con la espada.

Sin duda, muy poquita cosa en ésta segunda novillada fuera de abono, marcada como la anterior del pasado jueves por el escaso público. Para la próxima, el 21 de septiembre, dentro de la Feria de San Miguel y del abono, para la que la empresa había dejado el cartel abierto, la terna estará compuesta por Rafael Cerro, Tomás Angulo y Gonzalo Caballero, quienes lidiarán un encierro de Juan Pedro Domecq en un festejo que comenzará a las seis de la tarde.

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