Toros

El mundo del toro despide al cirujano Ramón Vila

  • Un nutrido grupo de toreros, entre ellos Curro Romero y Espartaco, asistieron al sepelio

Un nutrido grupo de toreros y otros profesionales del mundo del toro despidieron ayer al cirujano Ramón Vila Giménez (Sevilla, 1938), quien falleció el jueves a los 80 años de edad, a causa de una enfermedad cardiovascular. Vila -como señaló Espartaco a este medio de comunicación- fue "el ángel de la guarda" de la coletería durante más de tres décadas, ejerciendo como cirujano-jefe de la enfermería de la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Había ascendido por oposición en 1978 y se jubiló a los 72 años. Fue decisivo para salvar las vidas, entre otros, de los diestros Pepe Luis Vargas, en 1987; Franco Cardeño, que sufrió una cornada espeluznante en la cara en 1997 y las de los banderilleros Luis Mariscal y Jesús Márquez, ambas en 2010.

Por ello, no es extraño que en su sepelio, además de familiares y amigos, estuvieran presentes desde maestros retirados hasta jóvenes novilleros, pasando por máximas figuras del toreo, ganaderos, autoridades y personalidades de otros ámbitos de una sociedad sevillana que siempre tuvo como uno de sus representantes más significativos al doctor Vila.

Entre los matadores de toros se encontraban, entre otros, Curro Romero, Emilio Muñoz, Pepe Luis Vargas, Espartaco, Curro Durán y su hijo, el novillero que se anuncia con el mismo nombre, Eduardo Dávila Miura, Víctor Puerto, Martín Pareja Obregón o Enrique Peña.

También asistieron el rejoneador Rafael Peralta, quien hace pocas fechas enterró a su hermano Ángel, y banderilleros de gran prestigio como Alfonso Ordóñez, Rafael Torres o Guillermo Gutiérrez El Ecijano; la ganadera Rosa Escobar; el apoderado Pepe Luis Segura; el director general de Política Interior de la Junta de Andalucía, Demetrio Pérez, y multitud de aficionados ligados al mundo taurino.

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