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José Luis Romero Peña

Multiplicación de los panes y los peces

  • Fue elegido con Robles, Casablanca y otros siete profesionales por la Asociación de Cerveceros. De la quinta del nuevo Rey, su mundo cabe en una esquina.

IBA yo a comprar el pan. Así empezaba sus artículos Francisco Umbral. Ayer iba José Luis Romero (Villafranca de los Barros, Badajoz, 1969) a comprar el pan donde lo compra siempre, la panadería San Bruno de su amigo Pepe, en Feria. Atraviesa la calle Peris Mencheta, honores para el periodista que fundó y dirigió El Noticiero Sevillano.

José Luis es el cuarto de los nueve hijos de una familia extremeña. "El único de los nueve que salió del pueblo". Los que se quedaron estarán orgullosos de que su hermano fuera uno de los diez profesionales elegidos por la Asociación de Cerveceros para reconocer la excelencia del trato con los clientes. Su foto y la de su establecimiento, La Mata 24, podía verse en la Encarnación, compartiendo galería con clásicos como Robles o Casablanca.

Llegó a la Alameda hace nueve años. "El día de la Lotería de 2005". Un año antes de que cayera el Gordo en Santiponce. Una Alameda levantada por las obras. "Antes he vivido en Puerta Osario, Triana, la Macarena, Reyes Católicos, Sevilla Este, y no hay otra zona como la Alameda. Aquí nadie se disfraza, conviven sin conflicto hippyes con artistas, abogados con fontaneros. Una barriada muy honesta". Con pluriempleos inducidos más por un sentimiento renacentista de la vida que por la crisis: el farmacéutico de Peris Mencheta es historiador; el fontanero del barrio es director de teatro.

Le gustan las esquinas, metáfora del cruce de caminos de la vida. Le trajo a Sevilla El Corte Inglés. "Siempre en la hostelería: hotel Colón, hotel Macarena. Inauguré Isla Mágica de supervisor; trabajé en el World Trade Center, edificio Expo; y el tren al-Andalus Expreso que pasaba por Ronda y por Granada". Su restaurante es como un vagón desde el que se ve el paisanaje de la Alameda en el tránsito histórico desde los burdeles y colmaos de la forja de Vulcano a un chisporroteo de quehaceres artísticos.

Por La Mata 24 ha pasado más veces el alcalde de Estambul que el de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, extremeño de crianza como el multiplicador de los panes y los peces. Su predecesor, Sánchez Monteseirín, sí se prodiga. "Viene gente del cine y el teatro". Improvisa cartel de comensales: Cayetana Guillén Cuervo, Assumpta Serna, Imma Cuesta, Paco León, María de Medeiros. "Antonio de la Torre vino con Olimpia y con el director de Caníbal".

Peris Mencheta es una diagonal que une la Alameda con Feria. Se abre la magia del mercado, la misa de los scouts en Ómnium Sanctórum, iglesia reproducida en un cuaderno de Padilla, la cantina rebosante de gente, hombres de negro saliendo del Palacio de los Marqueses de la Algaba donde se interpreta el Mudéjar, parroquianos que entran en el bar Algabeño. Ayer llegó el verano con una lluvia matutina y con el día de la Música. José Luis saluda en la calle Feria a Chico Pérez y Manolo Calleja, que con el batería sanluqueño Luati González intepretan música de jazz en la librería El Gusanito Lector mientras dentro suena El tambor de hojalata de Günter Grass y fuera Joaquín permuta calentitos por patatas fritas.

La partitura en La Mata, 24 es internacional. "La globalización también supone otro concepto de la gastronomía. Nosotros hacemos la musaka griega, la pasta italiana con un pesto genovés, el sashimi japonés, el ceviche peruano o la pastela de Marruecos, pero procuramos adaptarlo a nuestro paladar". Con las excelencias extremeñas, como el queso de la tierra, los repápalos "dulces y salados" o el vino del país, caso del Nadir, cosecha autóctona de Villafranca de los Barros.

El propietario del local hace de cosario. La calle es su oficina. El pan que está en el Padrenuestro y en el libro de Kropotkin llega en un centenar de unidades desde San Bruno a La Mata. Si los platos fueran libros, un best seller. "El tartar de salmón y el magret de pato en salsa de fresas". El mester de tapería es una cartelera de títulos muy apetecibles en la que Pastel rima con Falafel, que parece el malo de los Pitufos.

Para pasear, sin menoscabo de la Alameda y su dédalo de calles y callejones, le gustan los jardines del Alcázar y las orillas del río. "Mi vida está en función del río". De los panes a los peces. Nació un año y cuatro días después que el nuevo rey en la Extremadura donde murió Carlos V y donde enviudó Felipe II.

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