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Nintendo Switch: Cuando el tamaño (no) importa

  • El fabricante japonés da una nueva vuelta de tuerca al 'gaming' con una consola de altas prestaciones tanto en el ámbito doméstico como en movilidad.

La Nintendo Switch en su caja con los mandos

La Nintendo Switch en su caja con los mandos

Portátil de aspecto, sobremesa en prestaciones. Con lo mismo que las otras pero a la vez mucho más. El lanzamiento de la consola mixta supone un giro más que notable y un elemento diferencial ciertamente interesante con el que poder competir a pesar del salto que pueda suponer la VR de la PS4. Pequeña, de tamaño muy similar a las mini tablets (6,2 pulgadas de pantalla), la jugabilidad es su mayor punto fuerte, pues la función de sus joy-cons cubre la estructura de mandos, digamos, convencionales, para sobremesa y de quita y pon para la movilidad. Se juega igual en casa que en la calle a una calidad notabilísima. Buena premisa para un mercado tan exigente.

Si hay algo que Nintendo sabe hacer es seguir su propio camino. Le ha dado la vuelta ya varias veces al mercado de los videojuegos con sus sucesivos lanzamientos y Switch parece destinado a suponer un nuevo hito en el fabricante japonés. A simple vista, engaña. Su tamaño despista. Es probarla y ver que el tamaño es un aporte más y no un hándicap. No es una consola de sobremesa al uso. No es una portátil al uso. Mucho más pequeña que las consolas domésticas convencionales y lo bastante grande para no caber en el bolsillo. Detalle relativamente menor si tenemos en cuenta la cantidad de gente joven, y no tan joven, que va con una mochilita a cualquier parte.Pesa poco, ni 400 gramos (la PS4 está algo por debajo de los tres kilos), y está pensada para que los juegos se distribuyan en cartuchos o en soporte virtual, no en discos, mientras la capacidad de almacenamiento de base cede drásticamente (32Gb) pero deja muchísimo margen para añadir microtarjetas (de hasta 2Tb).

Las imágenes hacen relativa justicia al aparato: aparece más grande de lo que es. No tiene el tamaño de una tablet y cuando integras los joy-cons no sobra espacio ni siquiera en personas con las manos pequeñas y los dedos finos. Cuando se juega con los joy-cons fuera de la consola (como si fuera un mano de la antigua Wii) se incluye un soporte con correas para que tenga un grosor suficiente y no salgan disparados. Los joy-cons son uno de los puntos que más a favor juega de la consola, sobre todo cuando se juega con ella de manera externa al aparato. Son tremendamente versátiles, tienen 20 horas de autonomía y cuentan con acelerómetro, vibración HD, giroscopio y cámara infrarroja.

De salida no cuenta con un catálogo demasiado amplio pero pudimos probar varios de los juegos sobre los que se sustenta buena parte del atractivo de la consola. De entrada el The Legend of Zelda: Breath of the Wild, seguramente su juego estrella. La demo promete una barbaridad, y dado que es de esos títulos a los que hay que echarle tiempo y paciencia la doble función mesa-portátil va perfecta. Para divertirte con alguien, el 1-2-Switch ofrece múltiples opciones, la más reconocible un duelo al estilo Far West. Son los dos juegos que están disponibles de salida, el 3 de marzo. Luego, la sensibilidad de los mandos se pone a prueba con juegos simples pero no tan sencillos, como averiguar las canicas en una caja con una sensibilidad muy real del movimiento, peso y sonido de las bolas o abrir una caja fuerte girando el mando hasta encontrar cada punto de rosca; en ambos casos la vibración HD es espectacular. Entre primavera y verano estarán Arms (un combate en el que los mandos adquieren toda su dimensión) y el Splatoon 2, donde el giroscopio tiene mucho que decir, tanto como el acelerómetro en Arms y en otros juegos. Antes, a finales de abril, llegará el Mariokart 8, para el que se puede adquirir un grip con forma de volante en el que integrar los mandos. A partir de esta base se añadirán infinidad de títulos.

El kit de venta, a partir del 3 de marzo a un precio recomendado de 329 euros, incluye con la consola dos joy-cons, sus respectivas correas, un grip que los une para guardarlos y para montarlos en la estructura del mando convencional, un cable Hdmi y otro de red y una estructura válida tanto para guardar el aparato como para estabilizarlo cuando se conecta a un televisor. Su gran hándicap puede estar en los modos online, gratis habitualmente en Nintendo pero que antes de final de año serán de pago para la Switch, como ya ocurre con sus competidores.

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