Cómete Granada

Atelier, un oasis para el paladar

Encontrar un oasis en medio del desierto no es fácil; casi igual puede ocurrir en Granada, donde localizar un local para comer y tapear delicatesen sin el bullicio - a veces incómodo- y apreturas de los locales del centro puede tornarse una tarea complicada. Para los amantes de la tranquilidad y paladares exquisitos Atelier Comidas es una opción a tan sólo cinco minutos de kilómetro cero de la capital -Fuente de las Batallas-.

Al frente del negocio, que abrió sus puertas hace un año, se encuentra el granadino y chef y trotamundos de cocinas españolas y extranjeras, Raúl Sierra, que se ha embarcado en esta iniciativa propia, llegado desde un proyecto de seis años en Bélgica. "Este negocio es mi idea de a dónde me gustaría ir a comer", explica, "con platos para compartir, a modo de raciones, en el que el ingrediente principal no se repite". Atelier Comidas cuenta con una decena de platos fijos; cuatro postres y seis sugerencias que van variando según la estación. Ahora se puede degustar el huevo a baja, espárragos, tocino y trufa o alcachofas, guiso de calamar, encurtidos.

Su cocina, un taller artesanal con materia prima de calidad, es tradicional pero con toques contemporáneos que seducen y aportan sabores nuevos a las recetas de siempre.

El chef elabora sus guisos en una cocina pequeña con kamado, la versión de origen japonés de la barbacoa, "que brinda ese sabor del fuego de leña y nos transporta al recuerdo familiar de la chimenea y el encuentro", comenta el ideólogo de este negocio, que adereza sus platos con mucho cariño. Cuando uno come no sólo lo hace con el paladar, la presentación suma puntos y es algo que en Atelier tiene muy buena nota.

Sierra no rehuye de las tapas, porque como granadino entiende que son parte de esta tierra, "aquí la tenemos y la utilizamos como herramienta". Una tapa de este lugar son las patatas bravas, que a simple vista y gusto no tienen nada que ver con lo que se está acostumbrado. "Es un ejemplo de la cocina tradicional reconocible, pero que luego no es lo que uno espera. Nuestras bravas llevan una espuma hecha con sifón". O por ejemplo, el falafel de Atelier no lleva garbanzos, está hecho con guisantes. También señala que se tiene en cuenta a los celíacos.

En el apartado de vinos, Raúl Sierra busca ofrecer a sus clientes caldos distintos a los que se pueden encontrar en el resto de restaurantes, aportando así una seña de identidad y nuevos nombres con sabores similares.

La factura final de toda esta fiesta gastronómica es un equilibrio perfecto entre calidad y precio. Además, Atelier Comidas cuenta con menús -ejecutivo y para peques-.

El espacio es informal, donde el blanco -que transmite limpieza- juega con los azulejos granadinos y la madera de pino, en el interior, que también cuenta con terraza. Este oasis de Raúl Sierra es un rinconcito acogedor con detalles para el usuario como cargadores portátiles para móviles que imitan a un centro de flores, o mantas para las noches más frescas.

Raúl Sierra lo tiene claro, "quiero que la gente venga y se vaya contenta. Qué vuelvan". Es por ello que este negocio para él es como su casa y aspira a que sus clientes se sientan como en la suya propia. "Cuando tienes visita qué haces -pregunta y el mismo se responde- ponerles lo mejor. Pues eso es lo que yo hago con quienes vienen a mi casa", indica. Sus pies y sus manos son Víctor y José Antonio, quienes sirven en las mesas y tras la barra con la garantía de que hacen lo que les gusta, "algo muy importante también", anota el chef.

Adentrarse en Atelier Comidas es vivir una experiencia especial como la de descubrir un oasis dentro del circuito centro, donde el paladar disfrutará de la cocina tradicional contemporánea de un chef profesional, en un ambiente relajado.

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