Cómete Granada

Una espera con sabor dulce y salado

El paseo que baja de la Alhambra a Plaza Nueva termina en el número 1 de la Cuesta de Gomérez. Una esquina perfecta donde reponer fuerzas para continuar el camino por el casco histórico de la ciudad, y donde la familia Jurado, con Rafael y Joaquín al frente, ha puesto en pie una acogedora taberna: La Espera. El nombre hace pensar en que es un lugar tranquilo donde la prisa se deja fuera. Aunque como comenta Joaquín Jurado, La Espera es un bonito homenaje a la escultura de dos bandoleros que esperan a la diligencia para atacarla. La pieza es de Jesús Jiménez Mariscal y puede verse en la tasca; donde, también, a lo largo de la barra se observan las figuras de los bandoleros, que apoyados sobre barriles abiertos, sirven de servilleteros para los clientes. Lo cierto es que detalles originales no le faltan a este establecimiento, que concienciado con el respeto al medio ambiente ha colocado a lo largo de la barra -colgados con una goma extensible- abanicos para apagar un bochorno o autosoplarse aire en cualquier momento.

En la taberna La Espera el servicio es cercano y amable, en español e inglés, sobre todo porque es un lugar muy turístico al que se acercan visitantes extranjeros.

Alejandro Jurado, del clan de los Jurado, tras la barra cuenta que "nos gusta que el cliente se sienta como en casa", y aunque la mayoría de la clientela son turistas, "nos encantaría ganarnos al granaíno", indica y anima a que no tengan miedo a probar su tapeo y algunos de sus platos típicos, entre los que destacan las berenjenas fritas con miel de caña, caracoles, tomate aliñao, boquerones en vinagre, churrasco, rabo de toro, Croquetón de jamón y el Albondigón -de elaboración propia y casera- pescaíto frito y los huevos rotos con jamón, gula o chorizo... "Aquí hacemos los huevos rotos distintos a otros sitios porque nuestras patatas están hechas en el horno", revela Alejandro. Es más, para dar a conocerlos entre el público todos los martes tendrán un precio especial, de tarde-noche.

La familia Jurado abrió la taberna en 2015, conscientes de que hacerse un hueco en esta zona de Granada donde se ubican establecimientos con años de solera pueden ser algo complicado, pero con la ilusión de ampliar esa oferta hostelera con aires nuevos y con sabor a taberna donde no falta el vino de Granada, el Rioja, Ribera del Duero, Palo cortao, vermouth, sangría, rebujito, café y copas.

Además, según Joaquín Jurado "cada temporada adaptamos nuestros platos, por ejemplo, en la Feria tendremos rebujito, salaillas, manzanilla, habas con jamón y un ambiente muy festivo".

En la taberna La Espera también hay menú todos los días, y especial fin de semana, con platos propios de cada estación, gazpacho y salmorejo para el verano; y mucha cuchara en invierno. Pero si algo destaca entre sus especialidades son los postres. "Todos caseros, tarta de queso, flan y bartolillos de crema pastelera", enumera Joaquín Jurado. Y continúa Alejandro, "los bartolillos salen como churros, los hacemos a diario. Hay días que a las siete de la tarde ya no quedan. Son todo un éxito".

En la taberna La Espera aguardan la visita de quienes visiten las inmediaciones de Plaza Nueva, suban o bajen a la Alhambra, y por qué no, de los granaínos que disfrutan con un buen tapeo.

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