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Las ovejas, un nuevo atractivo del Generalife

Los animales siempre han formado parte del entorno de la Alhambra. Hace años, era muy usual observar a pastores con su ganado por los alrededores del monumento, pero con el paso del tiempo, esta práctica acabó desapareciendo por completo. Sin embargo, 80 años después, esta estampa volverá a dejarse ver por las 50 hectáreas que forman el olivar de la Dehesa del Generalife, al menos durante un mes y medio.

El pasado 11 de abril, el Consejo de Ministros declaró la práctica de la trashumancia -traslado de ganado de unas tierras a otras siguiendo los beneficios estacionales- como Patrimonio Cultural Inmaterial. En este sentido, para recuperar esta práctica que antes se llevaba acabo en las zonas colindantes al Generalife, las consejerías de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, y de Medio Ambiente, en colaboración con el Patronato de la Alhambra y Generalife ha puesto en marcha una experiencia piloto que, desde ayer, permitirá a 660 ovejas pastar por estas zonas.

Se trata de un rebaño formado por ovejas de raza segureña con cruce de murciana que procede de la Alquería del Fargue y que durante mes y medio formará parte de este entorno. En concreto, el ganado recorrerá el espacio situado en la parte más elevada del Cerro del Sol, por encima de las huertas del Generalife, los Alixares y la Silla del Moro, y cercano a los restos arqueológicos del palacio de Dar al-Arusa, zona en la que se le proporcionará agua y cobijo suficiente durante toda la estancia.

Ayer llegó este rebaño a la Dehesa del Generalife, donde fue recibido por la diputada de Medio Ambiente, Inmaculada Oria, el diputado de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Manuel García, y el director del Patronato de la Alhambra y el Generalife, Reynaldo Fernández tras recorrer, junto a su pastor Francisco Plaza, los 7 kilómetros que separan el Fargue de este terreno. Un recorrido que realizaron a través de la conocida Colada del Fargue, una vía pecuaria histórica que se encuentra deslindada y existente para tal fin.

Durante el encuentro, en el que se presentó esta novedosa incitativa, la delegada de Medio Ambiente incidió en la importancia de "recuperar usos, costumbres y oficios que se están perdiendo y olvidando". Asimismo, Inmaculada Oria reconoció que "los ganaderos hacen una labor fundamental de prevención de incendios, evitando así tener que realizar las actuaciones de desbroce preventivo" para evitar fuegos en las zonas de vegetación. Mientras que el ganadero, Francisco Plaza, reconoció que poder pastar por la zona de la Dehesa del Generalife "es una maravilla, porque ya no se encuentran lugares tan ecológicos y sanos como este".

Por su parte, Reynaldo Fernández señaló que "si el siglo XX sentó las bases científicas de la restauración del patrimonio inmueble, el siglo XXI será el de la restauración de los paisajes culturales y los paisajes históricos", como es la Dehesa del Generalife. Asimismo, el director del Patronato destacó que "los animales, la ganadería, tuvieron un periodo intenso en la etapa zirí y bereber y en el reino nazarí", motivo por el que el Generalife cuenta con la Puerta de los Carneros, donde se ubicaba el ganado del sultán.

Para apoyar esta iniciativa y continuar con la recuperación el uso de costumbres y oficios que se están perdiendo, el Patronato de la Alhambra y Generalife tiene previsto volver a utilizar los animales de carga, en concreto mulos, para determinados trabajos, entre los que se encuentra el labrado de tierras, porte de materiales de construcción en sitios no transitados por vehículos y la saca de material vegetal en zonas sin acceso a maquinaria.

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