El municipio alpujarreño de Capileira, incluido recientemente en la red de pueblos más bonitos de España, está celebrando sus fiestas durante este puente del primero de mayo en honor a la Virgen de la Cabeza con numerosas actividades y tradiciones, destacando las decoraciones de materiales reciclados repartidos por todas sus calles.

El alcalde de Capileira, José Castillo, ha manifestado que como novedad para este año el municipio ha decorado sus fiestas reciclando con la magia del arte y la ilusión a través de un proyecto que reúne mensualmente a numerosas personas de todas las edades para preparar la decoración del pueblo.

La idea ha sido de Alicia Pérez y está inspirada en el proyecto 'Tejiendo en la calle', llevado a cabo por el pueblo Valverde de la Vera y adaptado a Capileira. La decoración está realizada con materiales reciclados en forma de parasoles gigantes hechos a ganchillo a partir de bolsas de plástico para lucir en la calle Doctor Castilla y otras calles lindantes a plazas.

También se han hecho más de 160 tiras banderines de tejidos reciclados de cortinas, manteles, retales donados tanto por vecinos como por colaboradoras del proyecto. Los banderines adornan la carretera principal así como plazas, balcones y calles de Capileira.

Castillo ha reconocido "la gran labor que realizan estas personas y el carácter colectivo de este proyecto, que rescata el valor de la tradición y además sensibiliza respetando el medio ambiente", y ha agradecido a las "más de treinta colaboradoras entre los 13 y los 88 años entre cortadoras de bolsas y banderines, tejedoras de cadeneta y ganchillo, costureras...".

En cuanto a las fiestas, el primer edil ha manifestado que este año presentan una programación muy amplia con actividades deportivas, culturales y de ocio para el disfrute de los vecinos y visitantes". "Unas fiestas que se celebran dos veces y que cada año se superan gracias a los mayordomos, patrocinadores y la implicación de los vecinos y asociaciones", dijo el alcalde.

En estas fiestas, según Castillo, destacan los 'diablillos', dos o tres jóvenes disfrazados con caretas y vestimentas hechas con tirillas de telas de colores que junto al 'entierro de la Zorra' aportan una nota de humor, colorido y picaresca a las fiestas.