Gracias a la figura inspiradora de un 'trota Europa' llamado Erasmo de Rotterdam, hoy se puede celebrar que más de 3 millones de jóvenes tuvieron quizás la mejor experiencia de su vida: la ocasión de vivir en un país extranjero durante su etapa universitaria. Ayer llegó a las madurez el programa Erasmus que permite a los alumnos universitarios el acceso a poder estudiar hasta 9 meses en un curso en otra universidad europea. La celebración de este 30 aniversario tuvo lugar en el Paraninfo del Campus de Ciencias de la Salud y contó como invitados con figuras de excepción del ámbito educativo tanto granadino, como andaluz y estatal.

La anfitriona del evento fue la Universidad de Granada, uno de los baluartes de este programa a nivel nacional y líder en el contexto europeo tanto en la recepción como en el envío de estudiantes a otras instituciones académicas.

La rectora, Pilar Aranda, acompañada de Jorge Sainz, secretario general de Universidades del Ministerio de Educación, y de Dolores Ferre, directora general de Universidades de la Junta, destacó momentos antes de comenzar el acto que, desde el inicio del programa en 1985, la universidad granadina ha movilizado a más de 71.000 estudiantes.

Como bien dijo Aranda, el programa europeo Erasmus ha permitido a muchos jóvenes -ya de diferentes generaciones- el desarrollo individual, una mayor independencia y capacidad de adaptación a la vida, además de un mejor conocimiento de la cultura y lenguas extranjeras. Por otra parte, Pilar Aranda también quiso destacar el "efecto institucional" del programa que permite crear nuevas redes entre universidades.

Para Saiz, el éxito del programa Erasmus pone de manifiesto que las universidades españolas son atractivas para los estudiantes extranjeros y que estas continúan trabajando para internacionalizarse. Ferre, por su parte, quiso poner el acento en la apuesta de la Junta por el programa, para el que creó un complemento que supone la igualdad de oportunidades para estudiantes y que beneficia a los becarios para que los recursos económicos nunca puedan suponer una brecha para los jóvenes. También añadió que el programa Erasmus ha ayudado a crear una identidad común.

Crear ciudadanía europea. Esa es la idea que más se repitió durante los 13 discursos que se sucedieron durante el acto. Juan Luis Ballesteros, representante de la Comisión Europea así como los que fueran rectores de la UGR Pascual Rivas y Francisco González Lodeiro, destacaron especialmente en sus intervenciones el carácter europeizante del programa de movilidad, así como la apuesta que supone para el futuro de Europa.

Durante los alegatos se reiteraron los reconocimientos y agradecimientos a todos aquellos que hicieron posible que el programa Erasmus desde el comienzo, ya fueran las directivas, el profesorado, los administrativos o la oficina de Relaciones Internacionales. A este respecto, hay que destacar que la mayor ovación fue sin duda para la responsable de la mencionada oficina, Verónica Conejo.

Tras las charlas se hizo entrega de los Premios a la Excelencia en la Movilidad Internacional de las Convocatorias 2016 y 2017 y, para poner la guinda final, el universal granadino Miguel Ríos, doctor Honoris Causa por la UGR, interpretó el Himno de la alegría junto a la Orquesta y el Coro Manuel de Falla de la Universidad de Granada.