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Granada y el Sahara, unidos por la solidaridad

  • La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui busca a una treintena de familias para el programa Vacaciones en Paz

La iniciativa Vacaciones en Paz suma más de dos décadas de vida.

La iniciativa Vacaciones en Paz suma más de dos décadas de vida. / g.h.

Un año más, el programa Vacaciones en Paz, organizado por la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui y que cuenta con la subvención de la Diputación provincial de Granada, arranca con la busca de familias solidarias. El objetivo de la Asociación es que puedan venir este verano a Granada 120 niños, que tendrán así la oportunidad de pasar aquí "un verano diferente", explica Gracia Fernandez. Para que esto sea posible, desde la Asociación se pide la colaboración de las familias de Granada que quieran vivir esta experiencia.

Lo inhumano del estío en el desierto se puede resumir con un dato: 50 grados de temperatura. Por ello, desde hace dos décadas, se trabaja para que estos menores, de entre 9 y 12 años, puedan tener la oportunidad de pasar el verano lejos del desierto y del extremo calor que sufren. Aquí se les proporciona asistencia médica y la oportunidad de disfrutar con actividades que para cualquier niño granadino son las habituales cuando llega julio y agosto. Ir a la piscina, disfrutar al aire libre, jugar, descansar. "Nos faltan 30 familias" que quieran participar de esta iniciativa, detalla Fernández. "Y nos urge", reconocen desde la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui. Quien esté interesado puede hacer llegar su intención de participar como familia acogedora hasta mediados de mayo a través del correo electrónico, a la dirección saharagr@gmail.com, o en el teléfono de la Asociación (958 40 58 06).

Los menores llegarán a Granada a finales de junio y regresarán al Sahara a finales de agosto, momento en el que finalizará el programa Vacaciones en Paz. Durante ese tiempo, las familias deben ocuparse de los cuidados y la alimentación de los niños. Los gastos del traslado y sanitarios están cubiertos gracias a la aportación que, fundamentalmente, hace la Diputación provincial. "Lo que tienen que hacer es atender al niño como uno más" en la familia, señala Fernández, que insiste en la necesidad de facilitar a estos chicos un verano lejos del desierto y de temperaturas extremadamente altas. "Contamos con la solidaridad de las familias, pero el tiempo se nos echa encima", urgen desde la Asociación.

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