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Médicos rurales: vocación frente a falta de recursos

  • Ayer se celebró el Día de la Atención Primaria, una jornada para reivindicar esta figura indispensable para el sistema sanitario

Patricia Calvo (i), médico, junto a la enfermera María Elena Álvarez, con la que pasa consulta en la pedanía de Riofrío.

Patricia Calvo (i), médico, junto a la enfermera María Elena Álvarez, con la que pasa consulta en la pedanía de Riofrío.

Patricia Calvo pasa diariamente consulta en tres pueblos del municipio de Loja. Es una de las pocas médicas al frente de un consultorio rural itinerante que ayer, Día nacional de la Atención Primaria, reivindicaba la figura del médico rural, indispensable para el sistema sanitario. La médica, que reclama el reconocimiento social a una labor de gran esfuerzo recompensada por la confianza del paciente, es admirada y respetada por sus pacientes, por una historia de pura vocación. "Podía haberme quedado en un centro de salud de Granada pero he preferido ejercer mi profesión en una zona rural" declara convencida.

Sin embargo, su caso no es lo habitual. "La dispersión geográfica, el aislamiento, la falta de accesibilidad y medios hacen que este trabajo no sea un destino atractivo para los médicos", comenta. Calvo lleva algo más de un año en el consultorio rural de Riofrío, a mitad de camino de Málaga y Granada, y pasa consulta en los núcleos de Cuesta la Palma y Fuente Camacho, en el límite con la provincia de Málaga. "Hace un año que nos instalaron un ordenador y nos ha facilitado mucho el trabajo".

Dos profesionales afirman que la medicina rural es mucho más enriquecedora

Tras trabajar un tiempo en urgencias hospitalarias, defiende que la medicina rural es la única que permite una atención integral, personalizada y familiar. "No tiene nada que ver con la de un hospital, se acaban estableciendo unos lazos muy importantes entre médico y paciente", explica Calvo, cuya labor a menudo excede la atención médica y resuelve todo tipo de problemas psicosociales o familiares, pero a pesar de la sobrecarga de trabajo, la cercanía y trato personal son un aliciente para esta profesional.

En el otro extremo del municipio, José Luis Rodríguez pasa consulta en el núcleo de Ventorros de San José y La Fábrica, a una hora de camino también de su puesto de trabajo. Rodríguez afirma que la diferencia de un médico rural del resto es que "sabes la hora de comienzo de tu jornada pero no cuándo acaba" ya que "la dispersión geográfica y atención domiciliaria relajan aún más los horarios". Opina que "en un consultorio local se trabaja más en equipo porque estamos solo dos; el enfermero y el médico".

En estos lugares, el consultorio es como la plaza, el "punto de encuentro del vecindario". La gente en los pueblos continúa manteniendo la confianza en su médico de cabecera, si bien "hay que saber ganarse la confianza del enfermo", apunta.

Ambos médicos rurales coinciden: "La medicina rural es mucho más enriquecedora y facilita una atención más personal e integral".

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