Cómete Granada

La casa de las roscas y las salsas

El bar Doña Rosquita nació en el año 1997 y lleva desde entonces destacando, en la zona cercana a la plaza Fontiveros del Zaidín, por sus exquisitas rosquillas y el ambiente amigable y familiar que desprende tanto el local como los que trabajan allí. Su decoración, en madera y tonos ocres con mesitas bajas, hacen de él un lugar muy acogedor donde apetece pasar estas noches de frío.

Marisol Contreras Galindo regenta este bar histórico. Ella cuenta que sus especialidades son las rosquillas, como es lógico, y además cuenta con platos exquisitos como el rabo de toro y el codillo de cerdo, además del pescado frito, que está empezando a introducir.

"A nosotros nos conocen por nuestras salsitas caseras sobre todo", explica Marisol. Éstas son la salsa brava, que normalmente se sirve con patatas y queda muy jugosas; la cornicabra, que se sirve en rosquilla con lomo o con patatas, y el alioli y la mahonesa también tienen muy buena acogida.

Como recomendación, Marisol habla de la ensaladilla de gambas, los callos de cerdo y las hamburguesas de ternera que se preparan a diario en la cocina del bar.

La clientela del Doña Rosquita es muy variada, desde gente joven que se ve atraída por las rosquillas, hasta personas mayores que disfrutan de sus platos caseros y elaborados como los pinchitos o las patatas a lo pobre. Todas las tapas son a elegir y los grupos tienen además la posibilidad de elegir tres variedades.

De sus famosas rosquillas tienen 19 tipos, entre las que destacan la cornicabra, la churra, el muslo caliente, la burguer, la vikinga o la panza. Además en carta también se pueden encontrar raciones, como la de pastel de morcilla dulce; pimientos rellenos de gambas o filetitos de salmón ahumado y queso de cabra aderezados con crema caramelo y eneldo. También las estupendas ensaladas y los platos combinados, entre los que Marisol recomienda especialmente el de pollo con gambas y salsa roquefort con patatas a elegir.

Para definir su bar, Marisol destaca que "es como una familia, nuestros clientes son amigos. Además mis empleados llevan toda la vida conmigo". Además de esos detalles, el Doña Rosquita tiene una extensa carta en la que destacan la morcilla con cebolla caramelizada; las patatas a lo pobre hechas a fuego lento en cazuela de barro; la "tierra", que son aros de cebolla rebozados y fritos; el "rosado", una tosta de salmón ahumado con caramelo; la "miniatura" de queso de cabra montado con tomate y anchoas; el "guay", pincho moruno con salsa brava...

Otro de sus puntos fuertes, además de la exquisita comida, son su amplia carta de cervezas de importación y nacionales. "Tenemos cervezas de casi todos los países", entre ellas están la Delirium Tremens belga, la Guinness irlandesa, las belgas Leffe o la Piraat, la francesa Bierre Du Demon o la checa Bydajovicky.

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