Mantecados, turrones y polvorones han sido un año más los verdaderos protagonistas de las sobremesas desde el 24 de diciembre, sin embargo ha sido a partir del 4 de enero cuando se ha mostrado un claro ganador indiscutible entre los dulces de Navidad: el roscón de Reyes. Panaderías, obradores, supermercados y cafeterías llevan años deleitando a los granadinos con este dulce tan típico, entre ellas Casa Ysla. Davinia Bertos, encargada de una de sus cafeterías, explica que año tras año siguen ofreciendo gran variedad de roscones, como el macizo tradicional sin relleno, el de nata, el de trufa o incluso el de crema, llegando a elaborar 900 roscones en un solo día.

Cuando Sus Majestades de Oriente se paseen por las calles de pueblos y ciudades, lo que está claro es que para rematar la tarde más mágica del año no hay nada mejor que tomarse un chocolate caliente y degustar un trozo del roscón donde además de la fruta escarchada, la masa que huele a azahar y las pequeñas nubes de nata o trufa, habrá escondidos pequeñas sorpresas para adultos y pequeños.

Su origen está relacionado con las saturnales romanas, para las que se hacían tortas

Con los Reyes Magos todo vuelve diversión y alegría y por eso su seña de identidad gastronómica -el roscón- no podía ser menos. Y como todo juego, el dulce también ha tenido su cancioncilla: "Si es el haba lo encontrado este postre pagarás, mas si es la figura, coronado y Rey serás". Una corona dorada, de colores o dibujos de papel que ha hecho que todos podamos ser monarcas al menos una vez al año, inclusive los más pequeños de la casa.

Sin embargo, en Casa Ysla destacan las sorpresas de su interior: "Nosotros no tenemos haba ni tenemos rey, sobre todo nuestros roscones llevan sorpresas para los niños como figuras de Disney".

Aunque este dulce ha estado unido a la fiesta de la Epifanía, su origen parece estar relacionado con las saturnales romanas, para las que se elaboraban unas tortas redondas con higos, dátiles y miel, que se repartían por igual entre los plebeyos y esclavos. Hacia el siglo III, en el interior del dulce se introducía un haba seca y el afortunado en encontrarla se le nombraba rey de reyes durante un corto periodo de tiempo establecido.

Incluso había un poeta andalusí, Ben Quzman, que en su Cancionero ha descrito una tradición similar con una torta hallón o hallullo, una palabra que etimológicamente es la forma masculina de hallulla y con ella del hebreo hallah que significa torta de pan ácimo, que se come en la pascua y que aún se utiliza en algunas zonas de Granada.

Los roscones de Reyes han recorrido toda España, aunque también es cierto que como tradición ha estado siempre más arraigada en varias zonas determinadas como lo son Navarra, Andalucía, Valencia y Cataluña. Pero no sólo en la repostería española ha existido un lugar para este manjar real. El origen del dulce ha sido compartido con Francia. De hecho, allí el Gâteau des Rois, un primo muy cercano del roscón, la Galette des Rois -una tarta de hojaldre rellena de crema de almendras- ha contado con multitud de semejanzas con él. El Bolo Rei en Portugal y la Rosca de Reyes en México o Colombia han confirmado además que, en realidad, el roscón es mucho más internacional de lo que parecía pensarse.

Aunque los regalos tradicionales han sido siempre el haba o el pequeño detalle y la corona, hay lugares en los que se ha llegado a insertar dentro del roscón dinero en efectivo, haciendo que la sorpresa de la persona que lo recibe sea aún mayor. Para elaborar el roscón de Reyes el principal ingrediente ha sido el tiempo, ya que hay que dejarlo fermentar. En cuanto a su elaboración, si bien existe un elemento común como son la nata, la masa de pan dulce o la fruta escarchada, las variaciones también han llegado a este dulce con muchas sorpresas.

Claro está que los hay para todos los gustos, sin embargo año tras año "el de nata sigue siendo el más vendido", según Bertos. En cuanto al precio, varían "desde el tamaño grande a 28 euros, el mediano a 23 euros y el pequeño para dos o tres personas a 14 euros".

Ahora bien, lo que ha sido evidente es que sea del sabor que sea, lo que más buscan todos es el regalo. Normalmente lo que se ha encontrado dentro del roscón ha sido un pequeño detalle, sin embargo, en otras ocasiones, la sorpresa ha llegado a ser realmente importante. Por ejemplo, este año el Corte Inglés, en colaboración con la empresa de metales preciosos Degussa, ha escondido 1.003 lingotes de oro, que estarán valorados en más de 48.000 euros, en los roscones de Reyes que se podrán adquirir en los supermercados de esta cadena. En concreto, han sido 1.000 lingotes de oro puro y tres lingotes de una onza.

Sea cual sea el motivo por el que la gente haya comprado este dulce, lo que sí es cierto es que cada año las cifras no han parado de crecer. Así lo ha querido acreditar la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac), que ya en 2016 hablaba de más de 28 millones de roscones vendidos.