Raquel Córcoles. ilustradora

"No hay peligro en las películas de Disney si sabes poner el filtro"

  • La creadora de 'Moderna de Pueblo' presenta 'Idiotizadas', una metáfora contra los roles de género

-Empezó en 2010 con Moderna de Pueblo, ¿se considera ya una chica de ciudad?

-La sensación de ser de pueblo es algo innato y más si has vivido 20 años en el pueblo y toda tu manera de concebir el mundo y de ver las cosas es la que te han inculcado allí. Cuando sales te sientes como un pez fuera del agua y lo ves todo muy extraño. Si observas algo que te sorprende, aunque no tenga que ver con ser de pueblo o de ciudad, tienes la sensación de ser de pueblo.

-Es imposible no sentirse identificado con sus viñetas. ¿Le ha pasado de todo o es que tiene un don a la hora de observar?

-Es más la capacidad de observación. Venía de clase y le contaba a mi madre unas peripecias que parecía que me había ido al País de las Maravillas. También me pasaba en las redacciones en el colegio; de una crónica sobre lo que había hecho el fin de semana creaba casi una novela. Pero es que hay gente que es así, que de una anécdota hace un mundo sólo con el modo que tienen de contarla. Después hay personas que, les preguntes por lo que les pregunten, no tienen nada que contar y en el fondo es porque no han reparado en lo que tienen a su alrededor.

-Está en la cresta de la ola, ¿no le da miedo pasar de moda ahora que hay un boom de ilustradores y es más difícil mantener la atención del público?

-Creo que está más relacionado con el trabajo que con la moda. Ya llevo casi nueve años, ha habido varios booms y la gente que me sigue desde hace tiempo continúa ahí. Es cierto que puedo pasar de moda, pero voy a trabajar para no dejar eso a la suerte, sino que, si ocurre, que sea porque ya no me motive o yo lo haya dejado morir. Forges vivió de esto toda la vida porque siguió trabajando, si no no hubiera durado hasta el final.

-En su libro Idiotizadas habla del empoderamiento femenino en la crisis de los 30 jugando con los estereotipos de Disney. ¿Tanto daño han hecho sus princesas?

-No son sólo los estereotipos de Disney. Está claro que los consejos que nos dieron sobre cómo tiene que ser una señorita han hecho mucho daño. Lo que ocurre es que los referentes que hemos visto en ficción se nos han quedado grabados en el cerebro. Me apetecía utilizar esos roles para modernizarlos. Disney no tiene la culpa de que se hayan perpetuado, pero un poquito sí.

-Me considero feminista pero si están echando La Bella y la Bestia en televisión no puedo cambiar de canal. ¿Debería sentirme culpable?

-Para nada. De hecho, Idiotizadas es una excusa para ver otra vez todas las películas de Disney; yo las he disfrutado muchísimo. Somos una generación que está entre dos mundos, pero siempre que seas consciente de que hay mensajes que te lanzan que son idiotizantes no hay peligro. El problema es verlas sin filtro, como hacíamos antes, y pensar que esas historias son las más bonitas y educativas del mundo.

-Aboga por el empoderamiento femenino y habla de desaprender lo que nunca deberían habernos enseñado, ¿cómo se consigue?

-Teniendo el chip activado, reconociendo comportamientos machistas para que cuando ocurran los detectes, intentes no tenerlos tú y, además, des la tabarra para que los demás también lo hagan. Hay que estar despierta y ver que lo que haces lo haces porque te apetece, no porque te hayan enseñado que una señorita lo debe hacer así.

-¿Qué enemigo es más difícil combatir, el machismo masculino o el machismo femenino?

-Es más difícil el masculino porque los hombres están en todas las posiciones de poder, pero da más rabia el femenino. Consideras que, al ser de tu mismo sexo, han pasado por cosas parecidas y no entiendes que no sientan empatía con la reivindicación feminista. Pero hace falta un poco de sororidad con las que aún no lo ven como nosotras.

-Se arrepiente de alguna de sus viñetas por considerarlas algo machistas. En el feminismo, en general, ¿errando se aprende a herrar?

-Claro. Cuanto antes empieces, antes verás resultados. Yo espero que en cinco años el libro de Idiotizadas esté desactualizado porque veamos muchas cosas más.

-¿Habría opción para un Idiotizados en el que se hable de los estereotipos y presiones a los que también están sometidos los hombres?

-Lo de Idiotizados me convence por el juego de palabras entre idiota y el número dos, que sería como la segunda parte de Idiotizadas. El machismo les afecta a ellos también y sería muy divertido retratar en qué situaciones lo hacen. Hay una película que me encanta, Una pistola en cada mano, que trata un poco sobre la represión que sienten los hombres que tienen que ser machitos antes que personas. Sería un tema interesante para tratar.

-Sus libros o viñetas crean o modifican pensamientos. ¿Cómo se trabaja con el peso de la responsabilidad social sobre los hombros?

-Con bastante presión. Por ejemplo, ahora que ha sido el juicio de la manada lo he recibido como cualquier otra persona. No me considero una académica en feminismo, solamente soy una persona más que se ha ofendido con la sentencia, pero tampoco creo que tenga la verdad absoluta ni una opinión mejor que la de otra persona. Sí que tengo el deber de hacer algo que exprese esa injusticia porque tengo el poder de llegar a mucha gente, pero da miedo cagarla y dar una opinión que en algo haya fallado. Es un gran riesgo. Tener un gran número de seguidores conlleva una gran responsabilidad.

-Siempre dibuja a sus personajes con gafas o flequillo. ¿Veremos los ojos de Moderna de Pueblo?

-No, nunca (risas).

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