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Balenciaga, el modisto que hizo de la moda patrimonio

  • Cuando una firma de moda revolucionaria desaparece, nunca lo hace del todo. Sus creaciones perduran como hitos de la historia de la moda, como Balenciaga.

Balenciaga, el modisto que hizo de la moda patrimonio

Balenciaga, el modisto que hizo de la moda patrimonio / EFE

En mayo se cumplen 50 años del cierre de la casa Balenciaga en París, un hito en la historia de la moda que marcó la conversión de la obra del creador en patrimonio del diseño. Transformación que protagoniza “Cristóbal Balenciaga. Moda y patrimonio”, la nueva exposición del Museo Balenciaga de Guetaria.

“La exposición cuenta cómo algo que era de uso cotidiano pasa a convertirse en un objeto de estudio”, explica a EFE Igor Uria, director de colecciones del Museo Balenciaga de Guetaria (Guipúzcoa), que desde el 24 de marzo hasta el 27 de enero de 2019 acogerá la muestra “Cristóbal Balenciaga. Moda y patrimonio”.

El centro, consagrado a la conservación y divulgación de la obra del modisto, busca ahora explicar “el concepto patrimonial de la moda”. Una apuesta con la que se conmemora el 50 aniversario del cierre del “atelier” Balenciaga en la capital francesa.

El legado de Balenciaga

Ochenta piezas -treinta de ellas nunca antes expuestas en el museo- representan esa conversión de prendas en patrimonio, a través de dos rutas temporales: desde la apertura de su primer taller en San Sebastián en 1917 hasta el cierre de sus casas en 1968; y desde ese mismo año hasta la actualidad.

Cristóbal Balenciaga Museoa Cristóbal Balenciaga Museoa

Cristóbal Balenciaga Museoa

Entre las novedades, que hasta ahora habían descansado en los fondos del centro para garantizar su preservación, Uria destaca un conjunto de dos piezas con cuello alto datado de 1955 o vestidos que son regalos “para personas de su círculo íntimo” y que muestran “el carácter más humano” de Balenciaga.

La línea más cercana de la muestra analiza la herencia de Cristóbal Balenciaga en la historia mundial de la moda, mientras la primera muestra la evolución interna de la propia firma. Un desarrollo que se dio especialmente a nivel conceptual gracias a la investigación constante del diseñador.

“Ahora mismo, cuando decimos que algo está de moda es porque es efímero, pero en Balenciaga eso no ocurre”, afirma Uria. “Sus diseños persiguen su ideal femenino de belleza y elegancia absolutas, y esas ideas van evolucionando a lo largo de su carrera conforme investiga e implanta nuevos conceptos”, añade el experto.

Ese trabajo de campo y educación continuados fueron clave para la creación de prendas “revolucionarias en su momento” que más tarde se convirtieron en “hitos de la historia de la moda”, como la túnica o el saco.

“Cristóbal Balenciaga. Moda y patrimonio”, una exposición experimental

A pesar de la incuestionable calidad de los diseños Balenciaga, las prendas por sí solas no son suficientes para remarcar la importancia patrimonial del diseñador. Por ello, el centro ha contado esta vez con la ayuda de la museóloga experimental Judith Clark, quien ha comisariado la exposición buscando la sinergia entre las piezas expuestas y el espacio en el que conviven.

“El subtítulo de la exposición es ‘Conversaciones’, y ciertamente tiene mucho que ver con un diálogo entre distintas líneas de trabajo”, explica Clark, quien ha puesto en común la documentación previa sobre Balenciaga desarrollada por el propio museo y fuentes externas, investigaciones de otros creadores sobre materiales usados por el modisto o sus propias asociaciones sobre el diseñador.

Como resultado, la muestra “habla de la historia del diseñador pero también de todas las maneras en las que ha sido interpretado”, gracias a la inclusión de elementos arquitectónicos elaborados con tejidos propios del creador, referencias a la exposición del maestro organizada por Diana Vreeland en el Museo Metropolitano de Nueva York, y más.

Balenciaga, la moda eterna Balenciaga, la moda eterna

Balenciaga, la moda eterna

En sus 20 años de experiencia, Clark ha comisariado 40 exposiciones como “Chloé. Attitudes” o “Anna Piaggi: Fashion-ology” y ha creado instalaciones para centros como el Victoria & Albert Museum de Londres, donde expuso una pieza conceptual sobre Balenciaga basada en sus siluetas. Pero este ha sido su primer contacto “material” con prendas del autor.

Las piezas de Balenciaga son auténticos hitos de la historia de la moda. Poder ver una sola es maravilloso, pero ver una habitación llena de ellas es extraordinario”, afirma la museóloga.

La tecnología juega un papel fundamental para transmitir esa pasión al visitante. Digitalizaciones de las piezas permiten observar todos sus detalles y admirarlas en 360º, mientras las infografías revelan la técnica de trabajo del modisto. En definitiva, herramientas para “mostrar por qué se le llama arquitecto de la moda”, resume Uria. 

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