Jerez

Destellos para terminar

Fernando de la Morena y Juan Moneo ‘El Torta’, estandartes de Santiago y San Miguel, los dos barrios por excelencia de Jerez, finiquitaron el XIV Festival de Jerez en Los Apóstoles. Lleno a reventar, el numeroso público congregado en González Byass esperaba que la chispa saltase, pues con dos artistas como los anteriormente citados cualquier cosa puede pasar sobre el escenario. Desgraciadamente, y salvo contados destellos, la noche transcurrió sin sobresaltos porque aunque hubo momentos en los que el duende acechó finalmente no apareció del todo.

De pie y recurriendo al cante de trilla, Fernando rompió el hielo. Antes había tenido un emotivo recuerdo a Fernando Terremoto al que le dedicó su actuación. El cantaor santiaguero optó por el repertorio tradicional, sin salirse del tiesto. Así las cosas, seguidamente se arrancó por soleá. Fue el palo en el que más se detuvo, dando al cante su pausa y matizando los tercios son sosiego. Su voz, limpia y clara y con esa personalidad tan fuerte, fue ganando enteros hasta levantar algunos ‘olés’ entre el público.

Mejor aún estuvo en los fandangos, los cuatro que apuntó. Su registro, inconfundible, se apoderó del cante y el clásico ‘me habían daíto la una las dos y también las tres de la mañana’ fue interpretado con ímpetu y mucha confianza. Fernando de la Morena estaba crecido, se le notaba en el semblante. “Viva el pueblo y todos sus derivados”, puntualizó ante la risa generalizada de la bodega.

Sin feeling entre guitarra y cantaor, algo extraño porque ambos están acostumbrados a encontrarse a menudo, sonaron seguiriyas de Jerez. Apretando los puños y retorciéndose para buscar la melodía más interna, el de Santiago también tuvo repuntes de grandeza en algunas fases, llegando al macho final de Manuel Molina con solvencia. El cierre no podía surgir de otra manera que por bulerías. Con el exuberante compás que posee, el público vibró con sus cuplés y los estilos más propios de Jerez poniendo punto y final a una actuación más que competente.

Raudo y veloz asomó El Torta por el escenario. Ya sin barba poblada y con traje azul, Juan también se acordó de Terremoto. De pronto los cimientos vibraron. Su torrente hizo retumbar Los Apóstoles al cantar por alegrías. Sobrado de facultades y plenamente metido en su quehacer, pasó a hacer bulerías por soleá acompañado a la guitarra por Juan Manuel Moneo. Posiblemente fueron unos de los mejores instantes de la noche, los de mayor pellizco porque Juan, cuya garganta aún sigue siendo un volcán, sabe rebuscarse y tocar la fibra sensible del que lo escucha.

La mecha parecía haberse encendido y el público esperaba que el ‘plazuelero’ pusiese bocabajo la sala, más aún con una seguiriyas, marca de la casa, poderosas y de gran dificultad.

Sin embargo, sorprendentemente su actuación bajó tras ello. Sus habituales tangos a Luis de la Pica no sonaron como de costumbre, tuvieron un tono menos racial, al igual que en sus bulerías en las que las letras de Rafael Lorente, también típicas en su repertorio, no gozaron de esa frescura de que siempre desprende Juan Moneo ‘El Torta’.

cante fernando de la morena

Cante:Fernando de la Morena. Guitarra: Fernando Moreno. Palmas: Luis y Ali de la Tota. Día: 13 de marzo. Lugar: Bodega Los Apóstoles. Aforo: Lleno.

cante juan moneo ‘el torta’

Cante:Juan Moneo ‘El Torta’. Guitarra: Juan Manuel Moneo. Palmas: Manuel de Macarena y Diego Montoya. Día: 13 de marzo. Lugar: Bodega Los Apóstoles. Aforo: Lleno.

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