La opinión invitada

Un producto excelente en un mercado inestable

  • El autor propone medidas para contener la volatilidad del sector de la leche de cabra.

EL análisis pormenorizado de la situación actual del mercado de la leche de cabra revela que, frente a la estabilidad que caracterizó al período 2013-2014, el momento actual se caracteriza por la incertidumbre: en 2015 los precios del extracto quesero se redujeron de media un 20% y la industria, ante las nuevas negociaciones de los contratos, plantea una bajada de cotización de dicho extracto quesero que llega a situarse en las 0,06 euros (10 de las antiguas pesetas) por grado, cantidad que no cubre los costes de producción.

Si a este descenso le sumamos que en primavera la proporción de extracto quesero de la leche (grasa más proteína) se reduce, el resultado es el desplome de las liquidaciones, comprometiendo seriamente la viabilidad de las explotaciones y abocando a muchas de ellas a la desaparición.

Desde COAG Andalucía venimos advirtiendo de esta situación. Llevamos meses vigilando la evolución del mercado de la leche de cabra y, viendo que las malas previsiones se cumplían, en el pasado mes de marzo celebramos una reunión en la localidad malagueña de Mollina, donde se congregaron más de 200 cabreros de todas las provincias andaluzas, además de representantes de cooperativas y técnicos del sector. En ese encuentro se decidió crear un grupo de trabajo para analizar las causas que han conducido a la situación actual y elaborar propuestas dirigidas a contener la bajada de precios y a dotar al sector de la leche de cabra de la tan necesaria estabilidad, imprescindible para seguir desarrollando una actividad cada vez más consolidada. El análisis se ha hecho, y las propuestas ya están claras. Las hemos presentado públicamente y se articulan en torno a siete grandes ejes:

1. Los contratos: es fundamental establecer contratos por escrito para todos los suministros de leche cruda entre productor y receptor. Los contratos deben cumplir todos los requisitos y condiciones que fija la norma y el Ministerio debe vigilar para que así sea. La negociación de sus términos debe hacerse en condiciones de igualdad para ganadero y comprador, evitando que una parte se encuentre en situación de dominio y pueda presionar a la otra. Por ejemplo, la industria no puede obligar a negociar los contratos en la época del año en la que los ganaderos se encuentran en una posición más débil, que es la primavera. COAG propone que los contratos se suscriban coincidiendo con el año agrícola (de septiembre a septiembre) o con el año natural, cuando se planifican las campañas de producción.

2. Declaraciones obligatorias: los compradores están obligados a declarar mensualmente el volumen de leche adquirido y el precio. Estas declaraciones, ligadas a la existencia de contratos, permitirán contar con información muy útil para analizar la evolución del sector y tomar decisiones. Es inadmisible que hasta el momento esta información no esté disponible, y el Ministerio debe solucionarlo.

3. Índices de referencia: los índices de referenciación de los precios que publica la interprofesional Inlac deben permitir trasladar al precio la evolución de factores que forman parte de los costes de producción. La Interprofesional Láctea es el espacio más adecuado para elaborar estudios encaminados a obtener datos objetivos de los costes de producción del litro de leche en los diferentes sistemas de producción y manejo.

4. Potenciar los canales de comercialización cercana: las relaciones con las pequeñas y medianas empresas locales y con las cooperativas que transforman la leche de cabra es beneficiosa para ambas partes. Potenciar los canales de comercialización cercana puede contribuir al desarrollo y la estabilidad de nuestro sector lácteo, creando estructuras que eviten la fuerte dependencia del mercado externo.

5. Estabilidad e innovación, responsabilidad compartida: la estabilidad y consolidación del sector caprino de leche es una responsabilidad compartida entre productores e industria, por lo que es interesante abrir líneas de investigación para desarrollar productos de calidad e innovadores. Las industrias han de modernizarse, como están haciendo los productores, y desarrollar productos lácteos que pongan en valor la excelente calidad de la leche de cabra que utilizan.

6. Medidas fiscales para paliar el veto ruso: la restricción comercial a los productos lácteos de la UE impuesta por Rusia ha contribuido al aumento de los stocks y a la caída de los precios en origen. Por ello, es imprescindible que los Ministerios de Agricultura y de Hacienda incluyan al caprino en su reducción del índice de rendimiento neto para la actividad ganadera de cría de ganado de leche.

7. Control de calidad e información clara al consumidor: la Junta de Andalucía tiene competencias sobre la calidad comercial de los alimentos y debe garantizar la certeza de las características del producto. Por ejemplo, en el etiquetado de los quesos de mezcla debe especificarse el porcentaje que representa cada una de las especies presentes en la fórmula (cabra, vaca y oveja).

Desde COAG Andalucía apelamos a la responsabilidad de todos los eslabones de la cadena para atajar con seriedad esta situación. Todas las partes implicadas, incluidas las administraciones públicas, debemos trabajar de manera conjunta, dada la importancia económica y social de este sector. En Andalucía se produce casi el 50% del total de leche de cabra español, que a su vez supone más del 25% de la producción comunitaria.

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