En estos tiempos líquidos lo que toca sobre todo es plantear una alternativa sólida a las políticas rancias.

Si turistas en edad de jubilación pueden andar por nuestra ciudad, ¿por qué no lo pueden hacer niños y niñas?.

Las mujeres, sus hijas y sus hijos, se merecen unas políticas públicas contundentes y un sistema jurídico feminista.

En estas situaciones lo exigible es que prevalezca el interés y la seguridad de los menores.

Suena tan sospechoso que me extraña sobremanera que todavía no haya un juzgado que lo esté investigando.

La escala de nuestra ciudad favorece los desplazamientos a pie o mediante medios de transporte no contaminantes.

El Gobierno andaluz lleva más de 10 años mareándonos con diferentes propuestas de Plan Especial de la Vega de Granada.

Cuando para retirar una entrada tienes que identificarte, las posibilidades de reventa son mínimas.

En el Realejo pretenden recordar que las ciudades son para vivirlas y no para atravesarlas sobre vehículos a motor.

Los sueldos del Metropolitano de Granada son menores que en los metros de Málaga y Sevilla.