Andalucía

Afectados por el ERE municipal en Jerez zarandean el coche de la alcaldesa

  • Los trabajadores la llaman "fascista" · La regidora popular reconoce que está viviendo "meses de acoso permanente" y lamenta que los ataques estén "alentados" por los sindicatos y la oposición

No es nuevo en Jerez de la Frontera (Cádiz) escuchar insultos a la alcaldesa, la popular María José García-Pelayo, y a su equipo de gobierno, pero en la noche del jueves se radicalizaron las protestas de la plantilla municipal. Un grupo de trabajadores se concentró en el Consistorio con la intención de esperar la salida de García-Pelayo y al grito de "fascista", pese a ir protegida por agentes de la Policía Local, algunos empleados afectados por el ERE municipal zarandearon el coche, mostrando así su total repulsa a un expediente que les pone en la calle. "Menos mal que sólo éramos unos treinta. Llegamos a estar todos allí y no sé la que se puede liar, no había seguridad suficiente para controlar la situación", llegó a decir un manifestante. El mismo día que la inmensa mayoría de la plantilla incluida en el expediente (260 personas) recogía su indemnización, contaba las horas para su adiós y seguía sin entender por qué él y no el otro, la movilización en la calle resurgió con más fuerza que nunca.

"Ya no es sólo a mí, sino que afecta a todos los miembros del gobierno y personal que trabaja en el Ayuntamiento", declaró ayer la alcaldesa, María José García-Pelayo, en referencia a este incidente. De hecho, mientras que la popular aguantaba el chaparrón dentro del vehículo, aún había empleados municipales dentro del Consistorio que reconocieron haber tenido"miedo" a salir, viéndose obligados a esperar hasta las 23:30 de la noche a que las aguas se calmaran.

"Estoy viviendo unos meses en una situación de acoso permanente", declaró Pelayo, quien rápidamente puntualizó que "entiendo la preocupación de los trabajadores afectados por el ERE, entiendo sus manifestaciones, concentraciones, incluso ha llegado el punto de entender hasta los insultos, pero esto no. Se han traspasado unos límites alentados por los sindicatos y las otras fuerzas políticas".

En un año en el que no le han hecho falta muchos extras para permanecer horas y horas en el Ayuntamiento, Pelayo apuntó que "estos últimos doce meses han sido casi un encierro en el Consistorio. Me duele que estas acciones afecten a la ciudad, a la gestión del día a día, porque, por ejemplo, ¿cuántas personas a lo mejor están esperando a que vaya a ver sus barrios? Pero así no se puede, porque antes de ir ya hay amenazas de boicotear los actos".

Hay que recordar que las amenazadas no sólo se quedan en molestar en una convocatoria de agenda, sino que han aparecido amenazantes pintadas en los domicilios de algunos delegados municipales denunciados en la Policía Nacional desde la pasada semana. Uno de estos mensajes estuvo dirigido a la delegada de Juventud, Participación y Educación, Lidia Menacho, en el que se podía leer: Lidia vas a morir.

"No tengo duda de mi seguridad, pero me preocupa que mi presencia afecte a otras personas, a mi familia, a los ciudadanos. Pero sí, no es agradable recibir mensajes al móvil con amenazas porque es vivir en una situación de alerta", reconoció la propia alcaldesa. En este sentido, la regidora mantiene el mismo equipo de escoltas, pero ha sido necesario contar con un vehículo de la Policía Local vigilando la zona donde reside. "Espero que esto termine cuanto antes", aseguró García-Pelayo.

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