Andalucía

Alertan de un rebrote tuberculoso si no se atiende a los inmigrantes

  • Los neumólogos andaluces advierten de la "desprotección" de las comunidades en las que se aplica el decreto del Gobierno

La retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes sin papeles, y por consiguiente la falta de atención médica a estas personas, puede propiciar efectos perniciosos y muy indeseables sobre el control de la tuberculosis. Así lo alertó ayer Neumosur, la sociedad que reúne a los neumólogos y cirujanos torácicos del sur de España, para quienes resulta "estrictamente necesario para el control de esta enfermedad" que se garantice la atención de la población inmigrante irregular en los servicios y unidades médico-quirúrgica de respiratorio de todos los hospitales españoles.

Neumosur aplaudió la decisión de la Consejería de Salud de mantener la cobertura pública sanitaria de la población inmigrante irregular, pero advirtió de la "desprotección" de todas las comunidades "mientras haya algunas que sí apliquen el Decreto del Gobierno". La sociedad señaló que la solución óptima sería una "marcha atrás por parte del Ejecutivo central en esta medida".

Los neumólogos del sur consideran que los gobiernos regionales que secundan la iniciativa "se equivocan", tanto desde el punto de vista sanitario como desde el punto de vista económico, "pues provocarán más gastos que ahorros al sistema, teniendo que desviar a la atención hospitalaria de urgencias lo que ahorren en prevención, diagnóstico y atención temprana". A este respecto, Neumosur detalló que anualmente se detectan en España 8.056 (datos notificados en 2010, 18/100.000 habitantes) nuevos casos de esta enfermedad. España y Portugal son los países más afectados de la UE por esta enfermedad.

La tuberculosis diagnosticada en la población inmigrante nunca tratada representa en algunas comunidades como la andaluza la tercera parte de todos los casos, mientras que en algunas provincias como Almería, los casos de tuberculosis en población inmigrante superan ya a los casos de población autóctona. Además, estos casos aparecen preferentemente dentro de los cinco primeros años de la estancia de los inmigrantes y por tanto se dan en muchos casos en la población con residencia irregular, portadora además de las cepas de mayor resistencia a los tratamientos y la más difícil de controlar.

"Uno de los factores para el control de la expansión de la tuberculosis radica en un diagnóstico precoz junto a una rápida detección de las resistencias, para poder así tratar adecuadamente a los pacientes, romper la cadena de transmisión, y evitar la aparición y expansión de las cepas resistentes", explicó Gregorio Soto, Coordinador del Grupo de Trabajo de Infecciones Respiratorias y Tuberculosis de Neumosur y director de la Unidad de Neumología y Alergia del Hospital de Jerez (Cádiz).

Soto alertó de que si un paciente está enfermo con una cepa multirresistente o extremadamente resistente, "el riesgo que la transmita y la contagie a otros pacientes antes de que detectemos esta situación es elevado, teniendo en cuenta además que en muchos casos corresponde a población inmigrante que vive en condiciones de hacinamiento".

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