El PSOE de Andalucía respira con "alivio" tras conocer la decisión de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, de no presentarse a la secretaría general del PSOE en el congreso extraordinario de julio. Fuentes socialistas han asegurado que esta decisión era compartida por los secretarios provinciales y el resto de la cúpula del partido en Andalucía, pero también por numerosos militantes, simpatizantes y ciudadanos "anónimos", que así se lo habían hecho saber a la propia presidenta desde que se barajó esa posibilidad.

Los secretarios provinciales, aunque dejando claro que respetarían "siempre" su decisión, le expresaron el deseo de que siguiera "dando continuidad" al proyecto iniciado en Andalucía, han explicado las mismas fuentes. Díaz ha recibido, además, en los últimos días "multitud" de cartas, correos electrónicos e, incluso, mensajes telefónicos de ciudadanos pidiéndole que no "truncara" la ilusión generada en Andalucía, según las mismas fuentes.

Dirigentes socialistas no ocultan que, de haber dado el paso, el riesgo de inestabilidad política en Andalucía, donde el PSOE gobierna en coalición con IU, era una posibilidad, además de que no sería entendido que la presidenta no "revalidara" los apoyos en las urnas.

Díaz, que accedió hace nueve meses a la Presidencia de la Junta y es la secretaria general del PSOE de Andalucía, ha dicho, en declaraciones a la cadena Ser, que la forma en que puede "aportar a Andalucía, por supuesto a España y a la política es cumpliendo con mi palabra y con los ciudadanos y reforzando el vínculo de la presidenta de la Junta con la mayoría de los andaluces". La presidenta de la Junta ha avanzado que pretende ganar las elecciones andaluzas, que no tiene previsto adelantar, y ha agregado que cumpliendo su palabra quiere darle "prestigio" a la política en un momento en el que se quiere poner en cuestión el sistema.