Los sindicatos dieron ayer al PSOE de Andalucía una de las pocas alegrías que han recibido en las últimas semanas. UGT-A y CCOO-A tuvieron palabras elogiosas hacia la predisposición de la dirección socialista a paliar los graves problemas económicos que sufren los ayuntamientos andaluces sin necesidad de reducir el empleo público o recurrir a la privatización de los servicios básicos municipales. "Ha sido la reunión menos declarativa y más de trabajo de las que hemos mantenido esta semana", aseguró el secretario general de UGT-A, Manuel Pastrana, flanqueado de Francisco Carbonero, secretario general de CCOO-A. Ambos se han reunido esta semana con los representantes de los cuatro partidos mayoritarios de Andalucía y adelantaron que "aunque todos los partidos se han comprometido" a mantener el empleo público y los servicios municipales, no todos han mostrado planes concretos para lograrlo. "Puede que alguno esté pensando que esta promesa tiene dos etapas: Una antes de las elecciones autonómicas y otra, después", dijo Carbonero, en clara referencia al PP.

Ambos representantes sindicales fueron especialmente críticos con la venta por parte de los consistorios de los servicios públicos a empresas privadas para lograr liquidez a corto plazo. "La privatización no es ni más eficaz, ni más económica ni beneficia a los ciudadanos. Hay ayuntamientos cautivos de las decisiones de las empresas privatizadas. Seguir en esa línea es un auténtico suicidio para la autonomía municipal", dijo Carbonero.

Tanto la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, como Carbonero y Pastrana coincidieron en resaltar la necesidad de que se alcance un pacto estatal para la financiación local, como solicitó el pasado jueves a través de una proposición de no ley el PSOE en el Parlamento Andaluz.

Pastrana advirtió que precisamente esta situación de crisis económica no puede servir para que "llevarse por delante los valores que siempre se han defendido desde la izquierda", que "el desencanto no nos puede llevar a poner nuestras vidas en manos de los que nos han puesto en esta situación" y que "no vamos a aceptar que los que han provocado esta crisis nos digan ahora qué tenemos que aceptar y cómo tenemos que vivir".

Sobre las numerosas agrupaciones locales de IU que permitirán hoy la formación de gobiernos de derechas en ayuntamientos andaluces a pesar de las llamadas al orden desde las distintas direcciones de la formación, Díaz aseguró que cuando un ciudadano vota a IU es porque opta por "un gobierno de progreso" y que si ese sufragio de izquierda facilita un alcalde del PP "es una incoherencia que puede provocar frustración en los ciudadanos".