hostelería

"Aponiente no se va a tambalear ante la insidia"

  • El chef Ángel León, en el ojo del huracán por la polémica de los becarios en los restaurantes de lujo, asegura trabajar "bajo la más estricta legalidad"

El cocinero Ángel León.

El cocinero Ángel León. / román ríos / efe

La polémica sobre la presencia de becarios en los restaurantes con estrellas Michelin le ha estallado en la cara al cocinero afincado en El Puerto Ángel León. El Confidencial publicó el pasado domingo un reportaje sobre las condiciones de alojamiento de los cocineros que aprenden en el restaurante portuense, en el que describía que más de 16 personas se apiñaban en un piso sin reformar cuyas condiciones que habrían terminado por agotar la paciencia de los vecinos y del dueño del inmueble.

El propietario y alma máter del restaurante Aponiente explica que su negocio "siempre ha estado en disposición de ayudar a los jóvenes que quieren formarse como cocineros y por ello tiene acuerdos con diversas escuelas que envían a sus alumnos para completar su formación práctica en nuestro restaurante". También acuden cocineros sin experiencia profesional o jóvenes profesionales que ya se encuentran trabajando y que buscan complementar su formación. "Nosotros los acogemos en nuestra organización y impartimos ese aprendizaje práctico. Éstos son los hoy famosos stagiers. No son becarios, pues nada tiene eso que ver con beca alguna o similar puesto que son solicitudes personales que recibimos a diario desde España o el extranjero. Desgraciadamente sólo podemos atender a unas pocas. Son gente con mucha vocación y ganas que quiere tener la oportunidad de conocer cómo es nuestro restaurante y nuestra cocina", explica León.

Con respecto a las condiciones de alojamiento de estos aprendices, el chef jerezano afirma que "durante su estancia, que no es larga", se les facilita alojamiento y comida. "Por eso hemos alquilado un piso en El Puerto de Santa María absolutamente digno y en perfectas condiciones para que vivan los chavales: tiene 200 metros cuadrados, cinco habitaciones y tres cuartos de baño. Y tienen sitio suficiente para los que estén en cada momento, que varía según el personal que en cada época tengan nuestros negocios, no sólo aprendices", asegura León. "Si se echa la cuenta, con que duerman tres por habitación ya sumarían quince, cifra a la que casi nunca se llega. El personal de limpieza de la empresa lo limpia y lo mantiene en buen estado. Además, no suelen utilizar su cocina porque las comidas se hacen en el restaurante. Las camas son literas normales y corrientes. No viven en el lujo, pero viven más que decentemente", agrega.

El chef admite que los cocineros en formación han podido causar molestias a los vecinos del inmueble, ya que como señala "son chavales jóvenes que en su tiempo libre viven y disfrutan como lo que son". "Yo les pido disculpas desde aquí, pero para nosotros es difícil de controlar. Por esa razón decidimos antes de todo este follón su traslado a otro inmueble sin vecindad a la que pudieran molestar. Esperamos poder realizar ese traslado en breve", resalta.

Léon insiste en que "Aponiente cuenta hoy con una plantilla dada de alta superior a las cuarenta personas, que es absolutamente solvente y que lucha y seguirá luchando por hacer empresa seria y grande que, bajo la más estricta legalidad". "Desgraciadamente, parece ser que nada de lo hecho cuenta y que todo vale por un titular sensacionalista, pero eso no me desanimará a seguir en la brecha trabajando en lo mío, que es dar de comer el mar, hacerlo bien y atraer a nuestra tierra a gentes del mundo entero que quieren saber lo que está pasando aquí. Lo creado es tan sólido como el Molino de Mareas que nos acoge y no se va a tambalear lo más mínimo ante la insidia; está acostumbrado al Levante", aseguró.

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