Andalucía

El Ayuntamiento de Jerez irá a juicio por un joven que fue agredido en el 'botellódromo'

  • El denunciante recibió un botellazo que le causó la pérdida de un ojo · El juez achaca al Consistorio responsabilidad civil

El Ayuntamiento tendrá que acudir a los juzgados como responsable civil subsidiario en el caso de un joven que perdió un ojo en el botellódromo de la ciudad tras ser agredido con una botella. Así lo ha fallado la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Jerez, tras haber escuchado las alegaciones de la acusación particular.

Las razones que ha aportado la acusación, que ejerce el joven lesionado, residen sobre todo en el incumplimiento de deberes reglamentarios de la Corporación municipal, al no disponer de medidas de seguridad, ni siquiera de la dotación de agentes municipales para cubrir esta zona de ocio, la única en la que se autoriza el consumo de alcohol.

En virtud de la conocida como ley anti botellón, los municipios deben establecer en estos espacios "las condiciones que hayan de cumplir para garantizar el normal desenvolvimiento de la convivencia ciudadana".

De todo lo ocurrido, y tras la declaración de algunos testigos, se puede desprender que faltaban medidas de seguridad, cuanto menos en el número de policías que controlaban la zona, así como la asistencia sanitaria. Así lo entiende la acusación particular que ejerce el propio Adrián Iglesias, el joven agredido con una botella rota en la cara y que le causó la pérdida de un ojo. La responsabilidad del Ayuntamiento viene por tanto dada por un principio de riesgo social, como señalaba la acusación particular, algo que parece haber entendido de esta manera la jueza, teniendo en cuenta la resolución que ha emitido.

Si la sentencia determina una indemnización para el agredido, el Consistorio jerezano debería abonar cierta cantidad por esa falta de medidas de seguridad, aunque posteriormente se determinaría hasta qué punto llega esa responsabilidad civil subsidiaria.

Por la agresión fueron imputados cuatro jóvenes, de los que uno permanece en prisión preventiva. Se trata de M.F.O., que está ingresado en el centro penitenciario desde el pasado 30 de octubre, apenas unos días después del suceso. Su defensa solicitó la puesta en libertad hace unas semanas, pero la Sección Octava se la ha denegado. La razón dada fue la existencia de riesgo de fuga, motivo que no entendió la defensa.

Este imputado fue reconocido por algunos testigos como uno de los participantes en la agresión de Adrián. La pena a la que se puede enfrentar este joven puede oscilar entre los seis y los doce años de prisión por lesiones.

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