Vicente Garrido. Psicólogo

"Bretón mató a sus hijos para no volverse loco"

  • Disecciona en un libro el protagonismo del padre de Ruth y José, acusado de su desaparición y muerte.

Dentro de la comisaría, Serafín Castro coge una silla y se sienta frente a él. "José, ¿qué has hecho con los niños?". Bretón responde: "Éste es mi secreto, no se lo puedo decir, entiéndame, es mi secreto". El pasaje podría formar parte de los diálogos que del enésimo thriller que abarrota el estante de novedades en la librería, y, sin embargo integra el sumario -ya abierto- del caso que ha conmocionado a la sociedad española: el de la desaparición de Ruth y José, de seis y dos años, aquel aciago 8 de octubre de 2011. Vicente Garrido, profesor de Psicología criminal de la Universidad de Valencia y autor de títulos que ahondan en la mente de los homicidas, radiografía en El secreto de Bretón (Ariel) los detalles de esta investigación, aún sin juicio. El libro, coescrito con la periodista Patricia López, "intenta explicar las circunstancias, los razonamientos, que han llevado a estrechar el cerco en torno al padre de los niños y su porqué", apunta. Y subraya: "No decimos que este hombre sea culpable, lo que tratamos de explicar es por qué el Estado, a través del poder judicial, acusa a este hombre".

-¿Cómo es José Bretón?

-De los informes forenses -magníficos y muy completos-, se revela que es un hombre complicado, parco en afectos, con rasgos obsesivos compulsivos, como la fobia a la contaminación, odia que la gente mastique a su lado (se pone tapones para evitar el ruido)... No quería tener niños y es Ruth la que fuerza la situación. Quiere tenerlo todo controlado pero ese control desaparece cuando él pierde su trabajo, y debe hacerse cargo de los hijos, mientras es ella la que mantiene, con su trabajo, el hogar. Toda esta situación genera en él una presión enorme. El golpe final viene cuando ella plantea la separación. A partir de ahí, su mundo se tambalea. Ya no es que no sea el mantenedor de la familia, es que queda totalmente excluido de ella. Eso le genera una situación que le resulta amenazante desde el punto de vista psíquico. El secreto de Bretón no es sólo responder lo que la Policía desconoce, sino responder el cómo, el por qué alguien ha podido hacer eso. La explicación que yo doy es que paradójicamente él hace eso para no volverse loco. La gente cree lo contrario.

-¿Me está diciendo que Bretón pudo matar a sus hijos para no volverse loco?

-Sí, eso. De acuerdo con la acusación del fiscal, lo hace para mantener su estabilidad emocional, su cordura. Yo lo que estoy haciendo es montar la acusación del fiscal. Si ha matado a sus hijos lo debe decir el jurado, no yo. La gente opina que una persona que hace este tipo de cosas está loca, mientras que yo mantengo lo contrario. Él lo hace para no volverse loco.

-El informe pericial de José Bretón no muestra patología alguna, no hay una alteración grave de la personalidad, pero no es normal que un padre mate a sus hijos.

-Lo que plantea el examen forense es que de acuerdo a las pruebas él no está loco en un sentido jurídico, pero eso no significa que sea un tipo normal. La normalidad es una cosa y la enfermedad, jurídicamente, es otra. Por otra parte, el sujeto invalida determinadas pruebas que pasaron los forenses y, sobre todo, de la psicóloga, porque no es sincero o no contesta a los test. Los forenses lo que dicen, desde el punto de vista jurídico, es que Bretón es responsable.

-Su libro sostiene que el hombre que mata a sus hijos lo hace para castigar a la mujer.

-Sí, es la teoría que plantea la Fiscalía, los mata por venganza. Pero no sólo por eso. La venganza es el motor, la meta última es mantener la cordura, no desmoronarse. Si fuera la venganza el podría haber intentado matar a Ruth, como otros casos. Provocando la desaparición de los niños, vuelve a ser la persona que ostenta el control.

-El protagonista.

-No pienso que hiciera esto por afán de notoriedad, sino por mantener el control. Él tiene la clave de la desaparición de los niños. Ruth ahora no puede ignorarlo y por eso ocupa un lugar que no tendría si hubiera cometido un asesinato franco y claro. Él quiere ser el padre que ha perdido a los niños, por peregrino que eso sea.

-En su opinión, ¿ha sido una investigación exhaustiva?

-La investigación ha sido muy buena. Hubo ese error de una persona, que demuestra que demuestra que errar humanum est. [La primera forense de la Policía Científica emitió un informe concluyendo que los huesos encontrados en los restos de la hoguera de Las Quemadillas eran de animales y no de niños, teoría finalmente rebatida]. Cuando ocurre esto, Bretón se encuentra con una especie de regalo añadido. Este error le hizo disfrutar durante mucho más tiempo de ese rol de padre al que le había pasado una desgracia.

-Las pruebas periciales indican que Bretón tiene un nivel de inteligencia por encima de la media. ¿Le sirve para no derrumbarse en la reconstrucción de los hechos en el parque Cruz Conde?

-No digo que no pueda jugar un papel, lo importante es su psicología de control. Es una persona muy obsesiva, si emprende un camino lo mantiene. No es un crimen perfecto, por ejemplo, la columna de humo se detectó...

-¿Ha sido la presión mediática un protagonista más del proceso?

-Se vio favorecida por este error. La sociedad no creyó al padre y por eso ha habido una gran presión a la Policía y los investigadores. Siempre que se produce un hecho cruel, la sociedad, desde el punto de vista moral, se siente ofendida. Se conoció que, según obra en el sumario, la familia de Bretón sospechó que él tenía algo que ver en la desaparición. Pero no diría que en este caso la presión mediática haya sido un factor influyente.

-Cada año en España se cometen unos 1.200 homicidios, ¿es la nuestra una sociedad violenta?, ¿cómo queda Andalucía?

-Muy poco. Está en el tercio inferior de Europa. En delitos de atracos, donde se emplea la violencia, no es un país pacífico, pero en homicidios es un país nada violento, y Andalucía no destaca. Cada año mueren unos 20 niños a manos de sus padres. Pero aquí se dieron unas causas melodramáticas: dos niños muy pequeños, el padre que dice que se han perdido...

-La gente que se echa a la calle y se vuelca con la familia...

-Es que era una pérdida. Si esto hubiera sido un crimen y luego el padre se suicida, conmociona, pero está todo aclarado. Aquí lo increíble del asunto es que él mantiene un suspense.

-¿Ha tratado con Ruth Ortiz o con su entorno?

-No.

-¿Saben de esta publicación?

-Sí porque hemos estado en contacto con la abogada y ella se ha comunicado con la familia. Ha habido relación, no personalmente..

-¿Ha habido consentimiento?

-Sí, ella ha sido muy amable y nos ha proporcionado información. Intentamos hablar con José Bretón pero él se negó. No sólo queríamos hablar con la familia de ella.

-Sánchez de Puerta, abogado de Bretón, ha pedido la anulación del proceso porque alega que su defendido ya está condenado de antemano.

-Siempre ha habido casos célebres en todo el mundo. Si por el mero hecho de que la opinión pública toma una actitud dominante, la justicia ya no se va a poder aplicar entonces no podríamos creer en el sistema de justicia. No podemos partir a priori de que eso vaya a ser así. Es un recurso muy manido y por esa regla no podría ser juzgado ningún caso célebre. Urdangarín, la Pantoja, ya están condenados para la opinión pública. Vivimos en una sociedad en la que los medios tienen la importancia que tienen. Es tarea de las partes del proceso que no se introduzca de ese sesgo.

-¿Qué espera del juicio?

-Visto desapasionadamente, la investigación es muy completa, el examen forense también y la acusación se plantea de una manera muy sólida. Pero no sé si el abogado defensor tendrá, durante el juicio oral, una prueba que suponga un giro. Eso no se puede saber.

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