El equipo de observadores de la Comisión Europea que visitó ayer las instalaciones de ambos lados de la frontera entre La Línea y Gibraltar por segunda vez -la primera fue el pasado 25 de septiembre- aprecia "avances positivos" por parte de los gobiernos de España y el Peñón en cuanto al cumplimiento de sus recomendaciones para atajar los problemas que tienen lugar en el paso fronterizo y que atañen a las personas que transitan a diario por la Verja.

Aunque la primera impresión es positiva, el portavoz de la CE en España, Miguel Puente, señala que las conclusiones de la misión, integrada por siete expertos en cuestiones fronterizas, aún son prematuras y se plasmarán en unos dos meses en un nuevo informe después de que hayan analizado la abundante información que los inspectores han recabado, de un lado y otro, en esta jornada.

En esta visita los observadores trataron de verificar si España y Gibraltar han cumplido las recomendaciones que la CE les hizo el pasado mes de noviembre, casi dos meses después de que la primera misión europea inspeccionara in situ la verja tras las numerosas quejas que de ambos lados, sobre todo de colectivos de trabajadores transfronterizos, recibió por el incremento de las colas para entrar y salir del Peñón.

Como en su primera visita, la expedición inspeccionó durante la mañana el lado gibraltareño de la verja. Además de comprobar las nuevas instalaciones de la aduana de Gibraltar, los observadores se entrevistaron con autoridades de distintos ámbitos de la colonia británica y con colectivos de empleados que viven en España y trabajan en el Peñón.

Ya por la tarde los integrantes de la misión se reunieron con representantes españoles de la Guardia Civil, Policía Nacional, de la Aduana y del ministerio de Asuntos Exteriores antes de recorrer el lado español de este paso fronterizo, considerado el más pequeño del mundo.

Entre otros asuntos, las autoridades españolas detallaron a los expertos de la CE el proyecto para modernizar la Aduana, que, con un presupuesto de 5,3 millones de euros, prevé la instalación de lectores de frontera inteligente para los peatones y la ampliación de los carriles, entre otras medidas para conseguir más efectividad y agilidad en los controles. Además les informó de los avances en el control del contrabando de tabaco, que, según explicó en Granada la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, ha hecho que aumenten en un 54 % las incautaciones de estos ilícitos en los cuatro últimos meses.

Las autoridades gibraltareñas, por su parte, también explicaron a los técnicos europeos que han tomado medidas para seguir sus recomendaciones y que han aumentado sus medidas de control en la aduana y adoptado reformas legislativas, como la reducción de cinco a uno en el límite de cartones de tabaco que se pueden sacar legalmente, el incremento de las tasas o la inclusión en su legislación de un nuevo delito de ocultación de tabaco en vehículo.

Los inspectores europeos también mantuvieron un encuentro con representantes de colectivos trasnfronterizos, una novedad con respecto a la visita del pasado 25 de septiembre. Ascteg, por ejemplo, entregó a los expertos un dossier con fotografías y documentación de los problemas que viven estos empleados a la hora de ir o volver de sus puestos de trabajo.

La visita se produjo en una jornada en la que no se registraron largas colas y en la que los registros y controles funcionaron especialmente bien, pero eso, según el portavoz de la Comisión no es un dato concluyente para los expertos.

El viceministro principal de Gibraltar, Joseph García, acogió ayer de buen grado la posibilidad de que la Comisión Europea se decida a establecer un control permanente en la Verja.