Andalucía

Carbonero llama a la unidad en su despedida tras doce años al frente de CCOO

  • El todavía líder del sindicato defiende la "alianza estratégica" con UGT como forma de reforzar su acción

Javier González de Lara, Ignacio Fernández Toxo, Susana Díaz, Francisco Carbonero y Carmen Castilla.

Javier González de Lara, Ignacio Fernández Toxo, Susana Díaz, Francisco Carbonero y Carmen Castilla. / julio muñoz / efe

El secretario general de CCOO Andalucía, Francisco Carbonero, apeló ayer, en su despedida al frente del sindicato tras doce años en el cargo, a fortalecer la organización para tener un sindicato "cohesionado, potente y sin resquicios de entrada de vías de agua". En su intervención ante los 302 delegados que acuden al duodécimo congreso del sindicato abogó también por fortalecer su autonomía, dejando claro que "no es una organización política, sino sociopolítica", y reafirmó que la "alianza estratégica es la unidad de acción con UGT".

Carbonero aprovechó la presencia de Susana Díaz en el 12 congreso de la formación para apelar a la búsqueda de un amplio consenso parlamentario -y no sólo con las organizaciones sociales- para exigir al Gobierno una financiación justa y que "deje de discriminar a esta tierra". Alegó que Andalucía necesita inversiones y por si sola no tiene los recursos suficientes "para salir de donde está", por lo que recordó que "no se puede estar en la pasividad".

CCOO-A ha sido objeto de destrucción para los poderes dominantes y de deseo para los partidos"

Es necesario, según Carbonero, un cambio urgente del sistema de financiación autonómica porque si no "no será posible sostener el sector público" y denunció que los Presupuestos Generales del Estado aprobados ayer no tengan en cuenta el peso de la población andaluza en el reparto de las inversiones públicas.

También reclamó abrir un debate sobre la reforma de la Constitución para abordar un nuevo pacto social, ya que "hay que dar encaje a territorios, pero también que tengan cabida los derechos y se fortalezcan las libertades".

Carbonero repasó las dificultades que ha atravesado el sindicalismo de clase en los últimos años, que ha sido "objeto de destrucción por los poderes dominantes" y de "deseo por parte de los partidos" en función de sus intereses, si bien insistió en que CCOO no es una organización "política sino socio-política".

Recordó que su sindicato se financia en un 90% con las cuotas de los afiliados, a los que agradeció su esfuerzo, así como a los más de 13.000 delegados sindicales, ya que el "éxito de Comisiones Obreras es el vínculo en las empresas". A este respecto, reclamó una ley de participación institucional para ganar en transparencia y se ha preguntó si se sostendrían los partidos sólo con las cuotas de los afiliados.

El líder de CCOO ha expresado su solidaridad con los trabajadores que peor lo pasan por su condiciones de precariedad y, como hijo de un trabajador del campo, se solidarizó con el medio millón de jornaleros andaluces. Denunció la explotación que sufren los trabajadores del campo frente a las cuantiosas ayudas que reciben los propietarios de las tierras y reclamó que se dignifiquen sus condiciones de trabajo.

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