Andalucía

"¿Celebráis que hay seis millones de parados?"

  • Afectados por el ERE en Puleva y los recortes de la Junta se movilizan en una sonora protesta en Sevilla

Para cuando el ex presidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán se bajaba de su coche oficial y accedía al recinto del Teatro de la Maestranza por la puerta de atrás, la de la calle Temprado, sobre las doce menos cuarto, los pitos, gritos y protestas llevaban más de una hora escuchándose en el Paseo Colón, bajo la férrea vigilancia policial. Comentaba una habitual, por trabajo, a la fiesta de las Medallas de Andalucía que la de ayer no fue la protesta más "sonora" que se recuerda pero, con más o menos decibelios, la reivindicación de este 28-F se sostiene sobre la misma lógica que la de años anteriores: no hay lugar para la fiesta en la región con más paro de toda Europa. "¿Qué celebráis ahí dentro?, ¿que hay seis millones de parados?", se gritaba desde un megáfono.

Convocados por el sindicato CGT de Andalucía, junto a otras organizaciones sindicales y sociales, una de los colectivos más numerosos -que primero acudió a las puertas del Parlamento y luego a la entrada del teatro sevillano- fue la de los trabajadores de Infoca, que reclaman, en palabras de Javier Sánchez, secretario general de CGT-Infoca en Andalucía, que se les reconozca como bomberos forestales y se les aplique así el convenio de los laborales de la Junta de Andalucía. "Mientras, mantienen coordinadores, supervisores, gerentes, directores y otros muchos cargos que no sabemos que existen ni qué función ejercen y, además, están fuera de convenio, sin que nadie controle lo que cobran, sus dietas o gastos", criticaba el representante sindical.

El colectivo de monitores de apoyo administrativo de los colegios andaluces, afectado por los recortes de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, se dejó la garganta también con proclamas contra la Junta y la gestión de Luciano Alonso al frente de las políticas educativas de la Junta. Junto a ellos, afectados por el ERE en Puleva tras el anuncio de cierre de la fábrica de Alcalá de Guadaíra, en Sevilla, lamentaban la hipocresía política que, a su juicio, va pareja a estos actos: "Coméis langostinos mientras los niños rebuscan en contenedores".

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