Andalucía

Chaves renuncia a su acta de diputado y deja a Zarrías como presidente 15 días

  • El PSOE apoya la decisión del ex presidente, que continuará como secretario general · Griñán será propuesto hoy como sucesor en la Comisión Ejecutiva Regional

Con la entrega de su acta como parlamentario andaluz, Manuel Chaves dio ayer por cerrada una etapa de casi dos decenios al frente del Ejecutivo autonómico. Dejó de ser presidente. A mediodía, tras su último Consejo de Gobierno en la Casa Rosa, se dirigió al Parlamento acompañado del que será por el breve espacio de 15 días su sucesor provisional, el vicepresidente primero, Gaspar Zarrías, y formalizó ante la presidenta de la Cámara, Fuensanta Coves, su renuncia para servir de necesario contrafuerte del renovado Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Este último gesto presidencial ponía un punto y aparte a 72 horas de rumores incesantes, porque son muchas las incógnitas aún por despejar hasta el punto y final. Quedan por delante 15 días para medir la profundidad de las consecuencias de su decisión de marcharse a Madrid como vicepresidente tercero y ministro de Cooperación Territorial, cargo del que tomó posesión en la tarde de ayer.

La secuencia ya no será tan precipitada como su marcha, pero fija para las próximas semanas una agenda llena de citas en rojo. La primera tendrá lugar hoy mismo. Después de asistir por la mañana al que será su primer Consejo de Ministros desde que en 1990 dejara la cartera de Trabajo, regresará a Sevilla para, por la tarde, despedirse oficialmente de los andaluces con una comparecencia en la sede provisional del Gobierno autonómico, que se produce cuatro días después de las primeras filtraciones sobre su nuevo destino político.

El siguiente paso de su particular Semana Santa será la reunión con los ochos secretarios generales y con la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE-A, que presidirá en calidad de secretario general, un cargo que compatibilizará sin problemas con la cartera ministerial hasta 2012. Será en este órgano donde se hará firme la propuesta de que el testigo pase al vicepresidente segundo y consejero de Economía, José Antonio Griñán, que ayer ya fue recibido con mayor efusividad de la cuenta en su penúltimo Consejo de Gobierno en este cargo. Su candidatura quedará definitivamente resuelta con su aprobación por el Comité Director convocado para el próximo 13 de abril.

A partir de ese momento, Griñán tendrá una semana para perfilar su discurso de investidura (21 ó 22 de abril) y, sobre todo, el equipo del que se rodeará, ya que son muchas las fichas que se han movido en el tablero del Gobierno andaluz. Porque con Chaves también se marcha parte de su equipo. Entre ellos, el propio Zarrías, cuya presidencia interina terminará también con la entrega de su acta de diputado y la toma de posesión de Griñán, que se prevé para entre el 23 y 25 de abril. Y parece que no serán los únicos movimientos, ya que aparte de los dos nuevos diputados que entrarán a sustituirles, la gaditana Dolores Cañero y el jienense Felipe Sicilia, respectivamente, también los habrá en el organigrama de la Junta, aunque la tarea le corresponderá ya al nuevo presidente.

El equipo saliente quiere presentar estos cambios alejados del término crisis y con un enfoque de "tranquilidad", incluso con la pátina de normalidad que suponen casos anteriores como los de los presidentes populares Eduardo Zaplana y Juan José Lucas, o el socialista José Bono. "Los cambios hay que verlos con naturalidad y esperanza, porque son para mejor", afirmó el portavoz del Ejecutivo, Enrique Cervera, que también se prepara para su nuevo destino en Madrid, ya que vinculó su cargo a la permanencia de Chaves en la presidencia.

Y para que esta calma sea así percibida por la ciudadanía, nada mejor que presentarla desde el propio PSOE-A. La dirección regional ayer cerró filas en torno a Manuel Chaves y su decisión de atender a una llamada de La Moncloa entendida en términos de "confianza" hacia el líder andaluz. En una exhibición de "gran cohesión interna", los socialistas andaluces incluso llegaron a mostrar satisfacción por su fichaje y rechazaron que haya generado ningún tipo de problema interno; es más, el relevo de Griñán apuntaron que puede contar con el apoyo unánime. Como última prueba de esa unidad es, precisamente, la permanencia de Chaves en la secretaría general por tres años más, ya que no se prevé la celebración de ningún congreso extraordinario para elegir sucesor, al apreciar que puede conciliar, al igual que Rodríguez Zapatero, la secretaría general en Andalucía con un ministerio.

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