Asociación ilícita, detención ilegal, robo con violencia e intimidación, lesiones, amenazas, extorsión y usurpación de funciones públicas. Esos son los delitos que se imputan a las cuatro personas, con edacdes comprendidas entre los 31 y los 42 años, detenidas ayer por la Policía Nacional en Málaga en el marco de la operación Susto.

Las investigaciones policiales dieron comienzo a mediados de mayo, cuando un ciudadano denunció haber sido víctima junto a su familia de un asalto en el garaje de su domicilio y que había sido cometido por unos individuos desconocidos para él. La primera fase de la operación se desarrolló durante los días 24 y 25 de junio, y entonces se registraron dos viviendas en las que se requisaron un subfusil con silenciador y tres cargadores, bridas de plástico, numerosos cartuchos de munición y dos equipos de comunicación por radio. En ese momento fueron detenidas tres personas, entre ellas el principal cabecilla de la banda. La segunda parte de la operación Susto se realizó los días 27 y 28 y finalizó con la detención de C.J.H.J., de 42 años de edad y natural de Málaga.

Según las investigaciones policiales, los arrestados formaban un grupo organizado y especializado. Antes de actuar analizaban y estudiaban con todo detalle los movimientos de sus víctimas, sus medidas de seguridad y la disposición de su dinero. En función de esto distribuían los roles de cada uno de los miembros. No dudaban en emplear la violencia y hacer uso de las armas con el fin de intimidar a sus víctimas.

Durante los asaltos se hacían pasar por funcionarios de policía, llegando a exhibir carnés falsos y armas de fuego. Los miembros se comunicaban empleando equipos de trasmisión por radio y se identificaban con nombres de indicativos usados por la policía.

Los detenidos, tres de ellos con antecedentes policiales, han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial que ordenó su ingreso en prisión.