El forense Francisco Etxeberria acudió ayer a los juzgados de Córdoba en compañía de la abogada de la acusación particular, María del Reposo Carrero, a quien hace unos meses se ofreció para analizar los restos óseos hallados en Las Quemadillas. Sus conclusiones dieron la vuelta al caso, que se había adentrado en una senda laberíntica tras diez meses de investigaciones infructuosas.

Etxeberria se expresó con rotundidad y dijo que la exposición ante el juez instructor "esclarece totalmente" el caso. "No hay ningún género de dudas de que en la hoguera se quemaron los cadáveres de dos personas", dijo el perito, que habló de una "certeza del 100%" y de que no hay "casi ningún espacio para la incertidumbre" al afirmar que en el fuego se quemaron dos "cuerpos enteros". La reunión con el magistrado José Luis Rodríguez Lainz y con los abogados fue "muy demostrativa" y sirvió para explicarle a personas "que no son especialistas en el ámbito forense" la procedencia de los restos hallados con "detalle, precisión y exactitud".

El experto, que ha participado activamente en la exhumación de fosas de personas asesinadas y desaparecidas durante la Guerra Civil, distinguió que "siempre" hay diferencias entre trabajar en la escena de un crimen o en un laboratorio, por factores como la "iluminación" o la "tranquilidad". Aclaró, no obstante, que el trabajo en laboratorio siempre depende de las fotografías y las muestras recogidas en el lugar del suceso, en este caso en la finca de la familia de José Bretón.

"La verdad acumulada por todos ha sido muy contundente", concluyó el experto a su salida de los juzgados. Etxeberria, no obstante, insistió en que habrá que esperar a la celebración del juicio oral para conocer la "verdad formal" del caso. La letrada de Ruth Ortiz, María del Reposo Carrero, aprovechó el momento para agradecer su intervención a Etxeberria, a quien señaló como "la persona que ha resuelto el caso".