Andalucía

Fallece Rafael Ricardi, el preso inocente que pasó 13 años en la cárcel

  • Falleció de una parada respiratoria mientras dormía y su cuerpo fue hallado por su hijo Compró un piso con los 550.000 euros de la indemnización y planeaba casarse

El portuense Rafael Ricardi Robles, cuya historia saltó a todos los medios de comunicación del país tras su liberación en 2008, después de que se comprobara que había pasado 13 años encarcelado por dos delitos de violación que no había cometido, ha fallecido. La muerte de El Caballito, como le conocían popularmente en la Ribera del Río, donde creció, por su particular forma de andar, era ayer el principal tema de conversación de quienes fueron sus vecinos durante años.

En la mañana de ayer se le practicaba la autopsia a su cadáver, después de que la noche anterior falleciera en su domicilio de la calle Cruces, víctima de una parada cardiorespiratoria. Al parecer, la pareja con la que compartía ahora su vida y él se acostaron a la hora de la siesta. Cuando llegó su hijo a la casa, a eso de las nueve de la noche, se extrañó de que tardara tanto en despertarse, hasta que fue a llamarlo y lo encontró muerto.

El piso de la calle Cruces lo había adquirido Rafael con el dinero de la indemnización que recibió del Estado tras haber permanecido 13 años en la cárcel de manera injusta, más de 550.000 euros, tras un complicado litigio, con los que trató de enderezar su vida en los últimos años.

Tras su salida de prisión y el cobro de su indemnización, la figura de Rafael Ricardi había dejado de estar en la primera línea de la curiosidad popular. Salió de los focos y las televisiones que le persiguieron en los meses que siguieron a su excarcelación se olvidaron de él.

En la última Feria de El Puerto se había metido a hostelero y había explotado, junto a su hijo y uno de sus hermanos, la caseta de la peña La Mezquita.

De tanto en tanto volvía por su antiguo barrio para tomarse una cerveza con algún viejo conocido y quienes le vieron hace tan solo algunos días lo encontraron "normal".

Su hija mayor, Macarena, que reside en Mallorca, regresó ayer a El Puerto tras conocer la noticia. A la conclusión de la autopsia, en la tarde de ayer, estaba previsto que sus restos se trasladaran al tanatorio del polígono de Las Salinas, donde está previsto que se celebre hoy el funeral.

Rafael Ricardi residía en los últimos años con su nueva compañera, con la que no ha podido cumplir su deseo de casarse. Uno de sus hermanos -son once en total- lamentaba ayer su prematuro fallecimiento y explicaba que en los últimos meses estaba "medio bien".

El 'caso Ricardi' ya se estudia como uno de los mayores errores policiales de los últimos treinta años. Entre 1995 y 2000 hubo una ola de violaciones en la Bahía de Cádiz. Diez de las que se tuvieran constancia (siete en El Puerto, dos en Puerto Real y una en El Puerto). En mitad de esa oleada, en 1998, Rafael Ricardi fue detenido por la declaración de una de las víctimas y Ricardi llegó a autoinculparse de unos delitos que él no había cometido. Fue condenado a 18 años de prisiíon.

El verdadero autor era un padre de una familia muy numerosa, residente en Jerez, y unos siete años mayor que él. La localización del verdadero culpable se produjo en 2008 por la insistencia de la inspectora Raquel Díaz, que llegó incluso a actuar como cebo, al ver que las violaciones no se detenían y sospechar que el hombre que estaba en prisión no era el autor de las mismas.

Al final, un análisis de ADN a un recluso de Puerto 2, al verdadero autor, demostró que Rafael Ricardi era inocente.

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