La joya de Gadafi en la Costa del Sol existe. La Resinera es una finca de alto valor ecológico cuidada en extremo por su propietario, que legalmente es una empresa pública libia y no el líder de la Yamahiriya, el peculiar Estado de las Masas fundado por el coronel hace cuarenta años. La finca es un impresionante bosque mediterráneo de alcornoques, encinas y pinos, que forma parte del cordón montañoso suroeste de la Serranía de Ronda, y se extiende por tres términos municipales: Benahavís, Júzcar y Pujerra. Tiene una variada fauna, en la que destacan muflones, jabalíes, ciervos y aves rapaces. Y nunca ha sido utilizada como coto de caza.

Esta es una finca virgen que tiene muchas posibilidades de seguir intacta durante muchos años, porque la Junta de Andalucía ha paralizado el trámite para autorizar la construcción de un complejo residencial, con 1.200 viviendas, hoteles, apartamentos turísticos, equipamientos docentes, deportivos y sociales, geriátricos, clínicas y un palacio de congresos, al amparo del decreto de campo de golf de interés turístico especial.

Este bloqueo administrativo no es un capricho regional. El Diario Oficial de la Unión Europea publicó el 11 de marzo un reglamento de su Consejo de Ministros por el que se ampliaban las medidas de bloqueo de fondos y actividades libias dentro de la UE. Y el Lybian Foreing Bank (LFB), propietario de La Resinera, entró en la lista de entidades bajo control de Gadafi o su familia, y fuente potencial de financiación de su régimen.

A partir de ese momento el dinero depositado en su cuenta del Aresbank no está disponible. Los dos guardas que cuidan la finca llevan dos meses sin cobrar, según informó a este diario el abogado del LFB en la Costa del Sol, Ignacio Pérez de Vargas. El plan de prevención de incendios de 2011 no se ha empezado siquiera. El mantenimiento de la finca requiere una inversión de unos 300.000 euros anuales. El Aresbank, propiedad del LFB, va a solicitar a la Dirección general del Tesoro española que gestione ante la UE y la ONU que se pueda desbloquear esa cantidad. "Es el valor forestal y ecológico de la finca lo que está en juego", sostiene Pérez de Vargas, que también va a pedir la mediación de la Consejería de Medio Ambiente.

Otra consejería, la de Turismo, ha suspendido el procedimiento emprendido para autorizar el complejo La Resinera Village en 480 hectáreas. El 20 de enero se inició una consulta preceptiva con los tres ayuntamientos concernidos y las consejerías de Ordenación del Territorio, Medio Ambiente y Turismo. Pero antes de que se acabara ese primer paso administrativo, empezó el conflicto armado, y el bloqueo afectó a la única propiedad del LFB en España.

La mayor parte de los 70 millones de metros cuadrados de La Resinera están protegidos medio ambientalmente. En el sur, en el término de Benahavís, hay cinco millones de metros considerados suelo urbanizable programado en el PGOU de 1993. Pero los libios, propietarios desde 1991, por la ejecución de una hipoteca impagada, no se preocuparon de desarrollar las posibilidades urbanísticas de la finca. Han tenido otras prioridades. Por ejemplo, la construcción de una valla de protección en todo el perímetro, cuya última certificación de 60.000 euros está también pendiente de pago. Los traslados por el monte para levantar esa valla se han tenido que hacer a la antigua usanza, utilizando burros para acarrear los materiales y desplazar a los operarios.

Entre tanto, otros promotores inmobiliarios se han adelantado a los libios en su pretensión de construir en la zona. Y además, el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía de 2006 limitaba el crecimiento de los municipios durante ocho años a un 30% en población y un 40% en suelo. Pero ya entonces los planes parciales aprobados en Benahavís incluían dos campos de golf con 4.000 viviendas, lo que para una localidad de seis mil habitantes supondría triplicar la población.

El alcalde, José Antonio Mena (PP), sostiene que esas viviendas aunque no estén construidas no deberían computar en los porcentajes del POTA, porque la autorización es anterior. Sea como fuere, la lista de espera de proyectos urbanísticos, con campos de golf incluidos, es larga en esta localidad que hace ocho años tenía 1.500 habitantes. En todo caso, la relación del municipio con esta finca, es de muy buena convivencia. El Ayuntamiento organiza dos excursiones de bicicleta Ronda-Benahavís al año, en febrero y noviembre, y la ruta de 56 kilómetros pasa por La Resinera, cuyos guardas facilitan el tránsito. También en este capítulo hay una larga lista de espera, pero se admiten peticiones. El alcalde advierte que no todo es cuesta abajo, porque hay dos puertos difíciles.

La semana no ha sido propicia para Gadafi en otros frentes. Suiza ha encontrado 280 millones de euros en activos potencialmente ilegales del dictador libio Muamar el Gadafi y su círculo cercano, según anunció el martes el Ministerio de Exteriores suizo. La cifra es similar a los 320 millones del depuesto presidente egipcio, Hosni Mubarak, y muy superior a los 46 millones que se atribuyen al ex presidente tunecino Ben Ali. Todas esas cantidades están congeladas por orden del Gobierno suizo, como las cuentas y actividades de La Resinera. Los nuevos responsables de Túnez y Egipto gestionan ante las autoridades judiciales helvéticas la devolución de esos bienes. En el caso de Libia, la guerra civil que vive el país ha impedido un trámite similar.

No es este el único disgusto para el coronel en el ámbito mundial. La Corte Penal Internacional acusa a Gadafi de crímenes contra la humanidad y va a pedir las detenciones del dictador y de dos de sus colaboradores. Y los 22 países aliados que participan en la operación militar de la OTAN contra el régimen libio han creado un fondo para ayudar a los rebeldes con préstamos y donaciones. Se pretende que parte de la financiación del fondo sean los activos intervenidos a Libia en todo el mundo.

Aquí en Andalucía la plataforma Sierra Bermeja, parque natural pretende la expropiación de esta finca. Su objetivo es que forme parte del futuro parque nacional de las Sierras Bermejas malagueñas. Asediada por el bloqueo internacional contra el dictador, las normas urbanísticas andaluzas, la competencia en el sector de la promoción y la presión de los ecologistas, la finca de Gadafi en la Costa del Sol tiene en este momento una urgencia: su mantenimiento y plan contra incendios. Se desvanece la posibilidad de que albergue una urbanización, pero seguirá siendo una joya.