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El Gobierno blinda la frontera entre Huelva y Portugal por la Cumbre de la OTAN

  • Policía Nacional y Guardia Civil realizan controles aleatorios en los distintos pasos fronterizos del 22 de junio al 3 de julio

Control de la Policía Nacional desplegado este jueves junto al Puente Internacional del Guadiana

Control de la Policía Nacional desplegado este jueves junto al Puente Internacional del Guadiana / Jordi Landero (Ayamonte)

Los controles policiales han regresado estos días a los pasos fronterizos entre España y Portugal. Y es que desde el miércoles, y de forma aleatoria, agentes de distintos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado están vigilando estrechamente el tránsito de vehículos entre ambos países, e identificando a aquellos conductores que entran en España, como parte del dispositivo de seguridad desplegado por el Gobierno ante la celebración los próximos días 29 y 30 de junio de la cumbre de la OTAN en Madrid.

Así lo han confirmado a esta redacción fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Huelva, que han precisado que dichos controles están siendo por el momento "aleatorios", así como que la Policía Nacional se está encargando de la vigilancia del puesto fronterizo con más tránsito entre la provincia onubense y Portugal, el del Puente Internacional de Guadiana entre Ayamonte y Castro Marím. Por su parte, la Guardia Civil se ha desplegado en el resto de pasos, sobre todo en los de Rosal de la Frontera y Encinasola.

Los controles forman parte de las medidas excepcionales de seguridad puestas en marcha en todo el país por el Ministerio del Interior para frenar cualquier amenaza durante la celebración de la citada cumbre, donde se darán cita los jefes de Estado, presidentes de Gobierno, primeros ministros y jefes de Estado Mayor de los países que integran la Alianza Atlántica.

Según el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, dichas medidas incluyen el restablecimiento temporal de los controles en determinadas fronteras interiores con la Unión Europea desde el miércoles, 22 de junio, hasta el próximo día 3 de julio, con el objetivo de evitar la entrada en nuestro país de "elementos desestabilizadores desde otros puntos del espacio Schengen con el fin de provocar graves alteraciones del orden público y la seguridad interior", según una instrucción de Interior.

La medida tiene carácter excepcional, como ya ocurrió durante la pandemia incluso con el cierre de los pasos, ya que desde 1995 están suprimidas las fronteras comunes entre los países integrantes de la Unión Europea, no siendo necesario por tanto desde entonces mostrar pasaporte, visado o cualquier otro documento identificativo para viajar entre los estados miembros.

No obstante la medida se contempla en el artículo 25 y siguientes del Código de Fronteras Schengen, del reglamento del Parlamento Europeo y el Consejo, con el siguiente texto: "El restablecimiento de controles en las fronteras interiores puede ser necesario excepcionalmente en caso de amenazas graves para el orden público o la seguridad interior a escala del espacio sin controles en las fronteras interiores o a escala nacional, en particular las derivadas de actos o amenazas terroristas o de riesgos relacionados con la delincuencia organizada".

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