La Guardia Civil detuvo ayer por la mañana a un menor de edad, de nacionalidad española, por su presunta implicación en la reyerta ocurrida en la noche del sábado en el barrio de las 200 Viviendas, de la localidad almeriense de Roquetas de Mar, en la que murió apuñalado el joven senegalés Ousmane Kote.

Al joven no se le imputa la autoría material de la puñalada mortal, como confirmó la Subdelegación del Gobierno en Almería, por lo que continúan con la investigación abierta para localizar al presunto homicida. Según fuentes cercanas a la investigación, el caso podría estar aclarado muy pronto, ya que no se descarta que en las próximas horas los agentes den con el que se considera el autor de la puñalada. Según fuentes policiales, la identidad de éste, de la que sólo se ha hecho público que se trata de un español, es conocida por la Policía, pero no ha podido ser localizado, por lo que se activó una orden de búsqueda y captura para llevar a cabo su detención.

El arresto ayer del menor se suma al que la Guardia Civil practicó el pasado martes por la tarde en la que otro menor, éste de 17 años y de nacionalidad marroquí, fue arrestado por su presunta implicación, desde el principio hasta el final, en la reyerta. No obstante, por el momento los investigadores aún no han determinado su implicación concreta en lo ocurrido, a pesar de que sí tiene completamente claro que ambos detenidos presenciaron y estuvieron en la discusión que desencadenó el crimen.

El juez del Juzgado número uno de Roquetas de Mar dejó ayer en libertad con cargos a otros dos subsaharianos que participaron en los disturbios. Los inmigrantes, después de prestar declaración al mediodía, fueron puestos en libertad con las mismas medidas cautelares que otros siete vecinos del barrio que fueron puestos en libertad el martes. Estos deben presentarse en el juzgado cada 15 días para garantizar su presencia en el proceso. Los dos varones, uno de ellos de Ghana y el otro de Gambia, fueron detenidos por la Guardia Civil en la tarde del lunes, el primero por su participación en los sucesos registrados durante la madrugada del domingo, horas después del asesinato de Kote, por lo que ha sido acusado de delitos de desórdenes públicos, daños en vehículo y lesiones. El segundo subsahariano que ha quedado en libertad opuso una resistencia activa a los agentes que practicaban un control de identificación.

Por el momento, tan sólo ha ingresado en prisión uno de los diez detenidos por su participación activa en los altercados. Éste está acusado de los delitos de alteración del orden público, atentado y obstrucción a la autoridad.

El barrio de La Paz, como también se le conoce a las 200 Viviendas, se mantiene desde el pasado lunes por la tarde en calma aunque "la tensión es evidente", como indicaron a este periódico representantes de las asociaciones de inmigrantes.