Marchena

Hallan en Málaga un cadáver que podría ser el de la joven desaparecida

  • Ana Isabel Maqueda Arispón, de 28 años, desapareció el 15 de noviembre. El cuerpo se halló dentro de su coche en un barranco. Todo apunta a que sufrió un accidente de tráfico.

La Policía Nacional encontró ayer en un barranco de Málaga un cadáver que podría ser el de Ana Isabel Maqueda Arispón, la joven de 28 años vecina de Marchena que desapareció el pasado 15 de noviembre. El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición en el interior del coche de esta joven, un Citroën C3 de color gris con el que Ana Isabel Maqueda se había marchado de su casa. El cuerpo estaba vestido con ropa de mujer y no presentaba aparentemente signos de violencia. Todo apunta a que se trata de Ana Isabel, si bien este extremo tendrá que ser confirmado definitivamente cuando se realice la autopsia. A la hora de cierre de esta edición, aún no había confirmación oficial de la identidad del cuerpo.

El hallazgo se produjo a las diez y media de la mañana de ayer en la zona conocida como Las Erizas, al final de la avenida James Bowles, en el norte de la capital malagueña. El coche se encontraba en el fondo de un barranco y podría llevar allí desde el mismo día de la desaparición. La Guardia Civil, que investiga el caso desde el principio, trabaja con la hipótesis de que la joven falleciera en accidente de tráfico y que nadie la viera hasta hoy.

Desde el principio, los agentes trabajaron en la pista de Málaga, ya que el coche de Ana Isabel había sido grabado por una cámara de tráfico de Fuengirola. En la imagen, tomada sobre las nueve de la mañana, no se ve quién conduce el vehículo, pero no era extraño que la chica volviera a esta localidad porque había vivido allí unos años con su novio, con el que había roto la relación un tiempo antes de la desaparición. Tras la ruptura, la chica se había mudado a Marchena, donde vivía con su abuela materna.

La mañana del 15 de noviembre, Ana Isabel Maqueda tenía previsto llevar a su abuela en su coche al hospital de Osuna, donde tenía que hacerse unas pruebas. Sin embargo, la joven le dijo a la abuela que estaba indispuesta y fue finalmente otro familiar quien llevó a la mujer al médico. A las siete y media de la mañana, la abuela le llevó un vaso de leche a la cama a Ana Isabel y se marchó al hospital. Cuando volvió, no estaban ni la chica ni su coche. Ana Isabel no se llevó dinero, no sacó nada del banco y no cogió ni una maleta con ropa ni el cargador del teléfono móvil. No es descartable que quisiera hacer una visita relámpago a Málaga y sufiera un accidente. La Guardia Civil tampoco descarta la hipótesis del suicidio, aunque esta teoría parece tener menos fuerza.

Desde la mañana de su desaparición hasta ayer apenas se habían encontrado pistas sobre el paradero de Ana Isabel, cuya desaparición provocó una fuerte movilización en Marchena. Desde el principio se buscó el coche y se trató de encontrar a la joven mediante el rastreo de su teléfono móvil, que no emitía señal alguna porque estaba apagado. La única pista fiable era la imagen de su vehículo captada por una cámara de tráfico de Fuengirola, pero tampoco se halló el coche en esta localidad pese a que se peinó toda la zona. En este período sí ha habido varias pistas falsas, con varios testimonios de personas que decían haber visto a Ana Isabel en la Costa del Sol, sin que ninguna de estas versiones fueran luego confirmadas.

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