Financiación autonómica

Hispanobono o bancarrota

  • Montoro anuncia para la semana próxima la creación de un sistema de garantía estatal para la deuda que emitan las comunidades autónomas. Aguayo venía reclamando este instrumento desde hace meses.

El Gobierno se ha resistido a crear el hispanobono para no relajar el espíritu de austeridad de las comunidades autónomas. Es el mismo síndrome que tiene Alemania con los países del sur e Irlanda; por eso la canciller Merkel se niega a crear los eurobonos. Pero llegados a este punto, el ministro Montoro no tiene más remedio que dar su brazo a torcer. En primer lugar porque hay autonomías al borde de la bancarrota, que aunque tienen autorizada la emisión de deuda, no pueden sacarla al mercado; nadie la compraría. Y en segundo lugar, porque si algún día queremos que se ponga en marcha un instrumento de gestión común de la deuda pública europea habrá que ir dando ejemplo previo en el ámbito nacional.

El viernes, en la referencia del Consejo de Ministros, Cristóbal Montoro anunció que la próxima semana se aprobará el sistema de aval del Estado para las emisiones de deuda de las regiones. Hasta ahora no existía, pero la deuda acumulada de las autonomías está en torno a los 140.000 millones y prácticamente todas están en los escalones más bajo en los rating de las agencias de calificación internacionales.

Este año vence una parte sustancial de esta deuda, por valor de unos 35.000 millones, que habrá que refinanciar. Y, además, las regiones deben de emitir deuda nueva al menos por valor de otros 15.000 millones. Esta enorme operación financiera no se puede hacer sin un hispanobono que permita a cada comunidad autónoma dos cosas: poder colocar sus emisiones y hacerlo a un precio más barato que si lo hiciera en solitario.

La Junta de Andalucía no ha recibido ninguna indicación, borrador o consulta del Gobierno sobre el mecanismo que se está estudiando, calificado por el ministro de "complejo", porque implica cambiar varias leyes orgánicas, aunque no los estatutos de autonomía. Hace tres semanas, en su primer encuentro formal con responsables del Ministerio, la consejera Aguayo urgió al secretario de Estado y su equipo la creación de un hispanobono o mecanismo similar. La impresión de la delegación andaluza es que será una especie de FROB, con el que el Tesoro avale la deuda de las regiones que cumplan con la Ley de Estabilidad y con el déficit público, fijado para este año en el 1,5% del PIB.

De manera menos discreta, la semana pasada Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña, que debe refinanciar este año 13.000 millones de euros, reclamó la creación del hispanobono ante un grupo de periodistas extranjeros. Su alusión a la dificultad de pagos a fin de mes fue interpretada por alguno de sus interlocutores literalmente, como una advertencia de que no tenía tesorería para pagar a final de mayo. Esto originó que se disparase la prima de riesgo española y un rápido desmentido de la Generalitat.

En sentido contrario, las autonomías se quejan de las permanentes invectivas del ministro Montoro contra la solvencia o escasa austeridad de alguna región, lo que después se traduce en aumento del precio de la deuda a colocar o, peor aun, en el cierre de los mercados. Andalucía pasa por ser una de las comunidades autónomas que ha tenido mejor situación de liquidez de tesorería en la pasada década. Ahora no hay administración autonómica que sepa lo que es eso.  

La Junta tenía autorizada una emisión de deuda este año por valor de 3.233 millones. Pero el aplazamiento de cinco a diez años del pago de los adelantos excesivos que hizo la Administración General del Estado en 2008 y 2009 por importe de 1.220 millones ha recortado el margen de endeudamiento en la mitad de esta cantidad, 610 millones.

Por tanto podía emitir en el conjunto del año 2.632 millones, de los que ya ha comprometido 979. Esto significa que cuando se ponga en marcha el nuevo mecanismo estatal podrá programar emisiones por 1.644 millones. Se supone que a mucho mejor precio que los bonos patrióticos que tan buena acogida han tenido en sus dos ediciones y cuyo reembolso en octubre y marzo próximos está asegurado por las autoridades. La nueva situación  permitirá respirar a las autonomías, pero los días felices de liquidez de tesorería no volverán. 

Andalucía ha emitido 979 millones de deuda

En lo que va de año, Andalucía ha realizado tres operaciones de endeudamiento por valor de 979,02 millones de euros. Ninguna fue una emisión en los mercados internacionales. La primera han sido dos préstamos del Banco Europeo de Inversiones a muy buen precio, pero no mucha cantidad. Uno por 300 millones a un tipo fijo del 3,34% y otro por 150 millones, al 2,971%. La siguiente ha sido la segunda emisión de bonos patrióticos, que en septiembre pasado agotó su oferta de 600 millones al 4,25% a un año. En esta ocasión, entre febrero y marzo, ha habido un tramo de 369,24 millones a un año y una rentabilidad por cupón del 5%, y otro tramo de 144,78 a dos años, al 5,5%. A esto hay  que añadir un 3% de coste por la gestión de los bancos intermediarios. La tercera es una pequeña operación de 15 millones dentro del programa EMTN (Euro Medium Term Notes), al 5,375%.

Este programa fue lanzado en la Bolsa de Luxemburgo en julio de 2009 y con ese marco jurídico se formalizaron distintas operaciones de endeudamiento durante los ejercicios 2009 y 2010. Los problemas particulares de todas las comunidades autónomas para endeudarse las ha llevado a acogerse a distintas ayudas estatales específicas para mejorar su liquidez. Por ejemplo, la Junta tiene previsto amortizar este año 1.440 millones de deuda y para eso utilizará un préstamo del Instituto de Crédito Oficial al 6,006%. También será la segunda comunidad autónoma en cuantía absoluta en el adelanto para el pago a proveedores, por un importe de 2.763,3 millones; séptima si se mide en euros por habitante, 328.

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