Huelva

Huelva lidera la revolución

  • La Fundación Prenauta pone en marcha un proyecto pionero mundial para impartir a los escolares una asignatura sobre cultura gastronómica

  • La fase inicial comienza en octubre en 110 centros de toda la provincia

En una conversación con un niño de 7 años se puede descubrir un mundo paralelo en el que los pimientos salen del cesto de un supermercado, en el que los filetes de cerdo se reproducen en bandejas de plástico y el gazpacho mana directamente de los envases que se alinean entre los refrigerados de la tienda de la esquina. Es el mundo en el que crece la generalidad de la infancia actual, ajena al origen de las cosas, sumida en la frenética modernidad que engulle lo tradicional, esa etiqueta empleada ahora para lo auténtico y lo natural. Para una realidad, única en otro tiempo, que poco a poco se va perdiendo. De este escenario parte ahora un proyecto innovador, pionero en el mundo, sobre cultura gastronómica, que busca, precisamente, recuperar los sabores tradicionales para enterrar los comerciales con los que crecen esos niños españoles. Es para ellos un futuro de esperanza. Más que nunca ahora, como su nombre, los niños se comen el mundo.

El propósito es ambicioso, aunque la apariencia del planteamiento sea sencilla. Porque nunca antes se ha puesto en marcha iniciativa parecida en el mundo, que pasa por llevar a las aulas de los colegios una asignatura que trate sobre gastronomía. No se trata de cocina sino de gastronomía de un modo integral, amplio, que se centre en hábitos saludables, en identidad territorial, en cultura a todos los niveles. En sólo unas semanas, en el mes de octubre, se pondrá en marcha de forma experimental en 110 centros de la provincia de Huelva, llegando a unos 2.300 niños de 7 y 8 años. Son los primeros de un proyecto que mira al resto de Andalucía el próximo curso, en un rango de Primaria más amplio, y al que es muy probable que se sumen escolares de otras comunidades españolas. Y es una iniciativa totalmente onubense, que parte de la Fundación Prenauta y cuenta con el apoyo inicial de la Junta de Andalucía, a través de las delegaciones de Educación y Agricultura, y con el entusiasmo de los más destacados cocineros españoles, como el mismísimo Ferran Adrià.

"Queremos que la cultura gastronómica sea considerada una asignatura importante, con el mismo valor que tiene Historia", cuenta el chef onubense Xanty Elías, presidente de la Fundación Prenauta que trata ahora de hacer realidad un viejo sueño. Por el momento llega a los colegios de Huelva que acogieron con interés la propuesta en mayo pasado, como una asignatura de libre configuración, a impartir en horas de tutoría, con una carga lectiva que rondará las cuarenta horas. Se habla de gastronomía, pero es mucho más.

Cultura gastronómica, explica la estrella Michelin onubense, está concebida como asignatura vehicular de una formación integral de los escolares. "Detrás de una receta como la del gazpacho hay una aplicación real de las matemáticas, de la historia, de la biología, de la naturaleza, de la nutrición...". Ni es magia ni es invención. "Los niños aprenden a manejar proporciones con los ingredientes, a saber que el tomate lo trajo Colón a Europa desde América, a conocer la composición del aceite de oliva, cómo se cultiva un pimiento o cómo de importantes son los alimentos en su disposición en la pirámide nutricional".

La asignatura será impartida por los tutores en clases de segundo curso de Primaria. Previamente, en los próximos días, se va a realizar la formación específica del profesorado, al que se hará llegar el material didáctico que manejarán los escolares a lo largo del año. Y también contarán con actividades especiales, como encuentros con cocineros integrados en la prestigiosa organización Euro-Toques o visitas a huertos y cooperativas de los principales productores agroalimentarios locales.

Hay datos preocupantes que colocan a España en los primeros puestos mundiales de obesidad y sobrepeso en la población infantil, con una alta incidencia, además, con Andalucía a la cabeza. Esos resultados vienen de una sociedad de ritmos acelerados en la que los productos elaborados han ganado terreno a los frescos. Cada vez se cocina menos en casa, y el concepto de felicidad, también de fiesta y recompensa, se asocia en los niños con las visitas a los establecimientos de comida rápida desde muy temprana edad.

La tendencia observada en las últimas décadas duele mucho en el caso de España, uno de los países abanderados de la dieta mediterránea que en otras latitudes admiran e intentan adoptar. Más sangrante es el caso de Andalucía, templo natural de esa dieta. Y el de Huelva, como una de las mayores, y mejores, despensas que se pueden encontrar en toda Europa.

Por eso ahora se crea una oportunidad para que se recupere el terreno perdido en años recientes dándole un futuro de esperanza a la infancia. "La cultura gastronómica también debe entrar en las casas a través de los propios niños", apunta Xanty Elías sobre el recorrido de este proyecto global, a todos los niveles. Nada más positivo que recuperar hábitos domésticos como la convivencia en la mesa, con desayunos, almuerzos y cenas compartidas en familia, que tanto aportan a los más pequeños.

Los beneficios del proyecto Los niños se comen el futuro, recalcan en la Fundación Prenauta, se centran en los niños, indiscutiblemente, pero van mucho más allá. Empezando por los propios tutores y padres, por la Administración y por los cocineros, pero también del lado del sector empresarial, que tiene también una puerta abierta para ser parte de un proyecto de extraordinario calado social y con una clara proyección nacional e internacional.

Hay necesidad de encontrar apoyo de patrocinadores y colaboradores, además de patronos que contribuyan, a través de la responsabilidad social corporativa, a lanzar un objetivo común hacia un futuro de crecimiento sostenible. El primero que ha visto clara esta oportunidad histórica ha sido el Grupo Anaya, que se ha hecho cargo de la edición de los manuales de la asignatura y ha apostado fuerte por una iniciativa con mucho recorrido. Tampoco ha tardado en sumarse la Fundación Atlantic Copper, implicada siempre en las iniciativas más importantes que surgen en Huelva.

El presidente de la Fundación Prenauta reconoce que tiene entre sus más importantes cometidos definidos este proyecto y su puesta en marcha, aunque el espíritu con el que fue creada se centra en ocuparse de "lo que todo el mundo dice que hay que hacer pero que nadie hace". Es la definición misma de Los niños se comen el futuro, que no tiene precedentes parecidos en todo el sistema educativo internacional. "Quizá alguna experiencia en Japón pero no de este calado, y talleres puntuales en colegios que no llegan al fondo".

El proyecto no deja de ser, realmente, una revolución que se produce en los colegios para llegar a toda una generación que puede ser "la mejor formada en gastronomía, salud y cultura de la Historia". Y Huelva es el foco, nuevamente punto de partida de una gesta con el liderazgo y el protagonismo que sólo puede llevar a una iniciativa de este tipo hacia el éxito. No hay otra meta posible porque nunca el camino y el propósito han quedado mejor definidos por el bien de todos nuestros hijos. Y los pequeños onubenses serán ahora el ejemplo a seguir.

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