Almería

Ana Julia volvió a la finca de la familia para participar en el registro

Intento de agresión a Ana Julia en Vícar

Ana Julia Quezada hizo este lunes, pero a la inversa, el mismo recorrido del día en el que fue detenida. La Guardia Civil la llevó hasta la finca en la que tuvo oculto a Gabriel Cruz. Bajaba del coche con una sudadera roja con gorro; igual, quizás por cosas del azar, que la que describió cuando desapareció Gabriel. Ana, ya con grilletes, no necesitó un tono oscuro para pasar desapercibida. Igual, no había intención en ello. Todavía no había prestado declaración ante la Guardia Civil. Había que esperar a la reconstrucción y otras diligencias.

En Rodalquilar, donde está ubicada la propiedad de la que supuestamente recuperó el cuerpo del menor, Ana pasó casi dos horas junto a los agentes y la Policía Científica. Fue un registro encaminado a la reconstrucción de hechos que trató de determinar cuánto tiempo estuvo el cadáver de Gabriel en el aljibe hasta que decidió trasladarlo hasta Vícar. La finca se ha sometido a registro después de que el informe preliminar de autopsia haya revelado que Gabriel falleció "por estrangulamiento" el mismo día de su desaparición y que el cuerpo presentaba "golpes", además de tener "restos de tierra".

La finca, vinculada al padre del menor, había estado alquilada hasta hace apenas dos meses. En ella hay un aljibe. Este estaba precintado en la tarde del pasado domingo, horas después de que Ana fuera detenida tras haber viajado con Gabriel desde la finca hasta Vícar en su maletero. Este lunes era inaccesible, un perímetro de agentes bordearon la propiedad antes de que Ana Julia llegara en torno a las 15:30 horas.

La Guardia Civil lleva a Ana Julia al pozo donde estuvo el cadáver

En torno a dos horas después, la detenida fue conducida hasta la localidad de Vícar. Subió, otra vez acompañada de los agentes, a la vivienda que compartía con Ángel Cruz.

A la salida, los agentes tuvieron que emplearse. Decenas de personas se daban cita en las inmediaciones se abalanzaron sobre la detenida. Fueron momentos de tensión en los que, entre gritos e insultos, la increparon y obligaron a la Guardia Civil a intervenir con contundencia para garantizar la integridad física de Ana Julia hasta su regreso al coche blanco en el que ha estado siendo conducida a lo largo de la jornada.

El registro se enmarca en las diligencias ordenadas por el juez instructor, el magistrado Rafael Soriano, que mantiene decretado el secreto de las actuaciones, para esclarecer las circunstancias de la desaparición y posteriormente muerte del pequeño e intentar establecer una cronología de los hechos a través de los lugares en los que la principal sospechosa por ahora podría haberlo mantenido oculto desde que se perdiera su rastro el pasado 27 de febrero.

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